Aires de renovación los que soplan en el Consell Valencià de Cultura. El órgano consultivo de la Generalitat Valenciana, creado en 1985, ha dado un giro y ha puesto de acuerdo a los grupos parlamentarios autonómicos para elaborar la lista que renueva a 14 de los 21 miembros que regirán esta entidad al menos durante los próximos cinco años.

Que se haya incluido a cuatro alicantinos y que esa lista sea paritaria -11 mujeres y 10 hombres- son dos hitos que marcarán un antes y un después en la historia de esta entidad. Respecto al primer punto, hasta ahora solo el escultor Vicente Ferrero representaba a Alicante en este órgano, ya que, aunque Josefa Frau y Ramón Roselló son nacidos en Benissa, sus carreras se han desarrollado en Valencia. La primera como exconcejala de Gandía y exdiputada autonómica por Valencia, y el segundo, como profesor de la Universitat de València.

Ahora, en el nuevo organigrama del CVC, Ferrero salta pero se incluye al escritor Gerardo Muñoz (a propuesta de Ciudadanos); al director del Teatro Principal de Alicante, Paco Sanguino (propuesto por Podemos); al exdirector del Instituto Gil-Albert y académico de la Real Academia de la Cultura Valenciana, Joaquín Santo Matas, y la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Alicante Inmaculada Vidal, ambos elegidos por el PP.

No será hasta el pleno del Consell de los próximos 4 y 5 de julio cuando se apruebe -como es previsible- la nueva lista de miembros de este organismo, que ya renovado se espera que empiece a funcionar a partir de septiembre. El próximo pleno del CVC está convocado para el 26 de julio, cita en la que presumiblemente todavía estarán convocados los miembros salientes, entre los que se incluye la exdirectora del IVAM, Consuelo Císcar, imputada por presuntos delitos de malversación y prevaricación, entre otros.

Para el escritor Gerardo Muñoz es «un honor» que hayan contado con él «y poder trabajar por Alicante». Agradeció «la confianza» depositada por Ciudadanos, «para hacer la mejor labor posible por el bien de la cultura de la Comunidad Valenciana y particularmente de la provincia».

El hecho de que vaya a haber más miembros de Alicante «es una cuestión de justicia», aseguró el que fuera diputado por CDS en los años 80. «Alicante está representada en una quinta parte, que tampoco es para echar cohetes, pero dado cómo estábamos pues está muy bien». Si todo va bien y se aprueba su nombramiento «intentaré defender el patrimonio cultural de la provincia».

Comparte esta opinión Paco Sanguino que espera que los cambios «sirvan para activar este organismo». Más que un orgullo, considera que formar parte del CVC «tiene que ser más un incentivo para trabajar por la cultura,sin duda es un honor, pero tiene que significar trabajar más». Es curioso, destaca, «que ahora el sur esté más representado en el CVC que en el organigrama de la Conselleria de Cultura».

Sobre la paridad, afirmó que «la mayor satisfacción es que sea un CVC equilibrado de hombres y mujeres, intergeneracional y en el que la provincia de Alicante esté más representado».

Para la catedrática de Historia del Arte Inmaculada Vidal que haya más alicantinos es «estupendo» porque supone «tener más peso específico en lo que se refiere al asesoramiento que se nos requiere, y personalmente es un honor». Destacó que «yo nunca he estado afiliada a ningún partido y creo que mi elección ha sido una cuestión académica y cultural». Y añadió que «si todo sale bien» llega «con muchas ganas de trabajar y aportar lo que pueda profesionalmente y desde el punto de vista de conocimientos».

Por su parte, el académico Joaquín Santo Matas hizo hincapié en la paridad de los miembros del Consell Valencià de Cultura y aseguró que «no era de recibo que solo hubiera un alicantino que trabaja en la provincia, era un porcentaje ridículo». Aunque puntualizó que «todavía no estoy dentro, solo es una propuesta», añadió, «para mí es un honor y un reconocimiento a mi trabajo cultural a lo largo de décadas y si llega el caso aportaré mi experiencia».