Fue, según Diego Manrique, el primer grupo que hizo ska y un reggae en castellano. También una banda inclasificable. No era solo rock, ni pop, ni progress, ni funky. Era todo eso aderezado con un original ingrediente: la anarquía musical como elemento de orden. Así nació y creció Mediterráneo, grupo que apareció como tal en Alicante en 1978 y que dejó su actividad en 1986, aunque eso no quiere decir que sus componentes no sigan ensayando, tocando e incluso componiendo.

Cuatro décadas se cumplen este año desde que su primer disco, Estrechas calles de Santa Cruz, colocara a Mediterráneo en el mapa musical del momento. A las puertas de la movida, durante la movida y después de la movida. Dentro de ella, pero sin que su estilo y formato encajara en alguno de los modelos al uso en esos años de revulsivo cultural musical.

Los 40 años bien merecen una fiesta y eso es lo que esta banda va a hacer el próximo viernes. Celebrar una fiesta en la que por primera vez se van a reunir los seis componentes: Juanele Guijarro (bajo), Luis Ivars (teclados), Lino (batería), Pedro Giménez (guitarra), Víctor Carratalá (voz) y hasta Gino Pavone (percusión) que ahora vive en Madrid pero que también participará en este concierto.

La actuación, que se realizará en el restaurante El Monastrell de Alicante con un aforo reducido para 130 personas (45 euros), ofrecerá un recorrido por algunos de los grandes temas que este grupo fue recogiendo en los 9 discos que grabó a lo largo de su trayectoria. Incluyendo Tabarca, «que se convirtió en nuestro himno, un tema de rock progresivo que tenía funky, jazz, rock sinfónico... la gente quería oirlo, lo pedía», apunta Luis Ivars que se incorporó al grupo en 1979. Precisamente con ese disco consiguieron un premio a la innovación musical.

En 1981 tocaron con Tina Turner en Madrid, llenaron el Pabellón de Deortes del Real Madrid y lograron colocarse en el número 1 de los 40 Principales con La orgía de Neptuno. Había que celebrarlo y qué mejor para hacerlo que un concierto. Más de 50.000 personas se dieron cita en la Playa del Postiguet. «Fue una locura; se retransmitió para toda España y había tanta gente que tuvieron que cortar el tráfico», destaca Juanele Guijarro.

Mediterráneo vivió «la explosión de la democracia cultural en España», afirma Ivars. «Vivimos todo el periodo de la muerte de Franco, de la transición, de la efervescencia de la creatividad, con todos los grupos del momento, Triana, Guadalquivir, Miguel Ríos, Asfalto, Tequila y Mecano, «que venía a vernos a los conciertos para coger ideas», según el bajo del grupo.

«Aún perteneciendo a la movida, éramos como una especie de aire fresco, pero no sabían cómo catalogarnos», dice Lino. Y en este sentido, puntualiza Ivars que «éramos muy creativos, muy independientes y muy antinormas; todo valía, éramos muy anarquistas a la hora de componer y tocar, y el caso es que todo sonaba, cuadraba como un puzzle y ese era el sello peculiar de Mediterráneo».

Miguel Ríos ha sido un referente y un valedor en su carrera. Víctor Carratalá recuerda que el periodista de la Ser Fernando González le dio un disco a Miguel Ríos y le encantó. «Gracias a él conseguimos contrato con la discográfica Chapa Discos». Pasado un tiempo, les pidieron que se trasladasen a Madrid. «Lo meditamos, pero no quisimos renunciar a vivir aquí y eso nos restó bastante apoyo de la compañía... pero la calidad de vida era innegociable». No obstante, asegura el cantante, «publicar 9 discos y más en esta ciudad no recuerdo ningún otro grupo que lo haya hecho; lo relevante es que salimos al panorama nacional en el año 78 desde aquí».

Giras, conciertos y muchos kilómetros de asfalto, tantos que «vimos cómo iban construyendo los primeros kilómetros de autopista de este país», afirma Ivars.

En realidad, Mediterráneo nunca se ha disuelto. «En el 86 uno se fue a Madrid, otro a Nueva York y tuvimos un parón, pero la relación siempre ha sido maravillosa y hemos tenido continuidad», resalta Juanele. De hecho algunos de ellos todavía se reúnen para ensayar y tocar juntos, y su último disco salió en 2005, Ya era hora, con motivo del 25 aniversario de la banda. «Si volviéramos ahora -según Luis Ivars- haríamos algo que también estaría a la vanguardia en este momento».