Las estadísticas están para romperlas. Eso es lo que se suele decir. Ayer Diego Ventura rompió una que parecía infranqueable. Desde el 22 de mayo de 1972 no se cortaba un rabo como premio en la plaza de Las Ventas. Hoy, 9 de junio de 2018, lo ha conseguido el rejoneador Diego Ventura. Ocurrió en el cuarto de la tarde, en la que no fue su mejor faena. Bien es cierto que toda su tarde fue un dechado de plenitud y espectáculo. Ventura es un gran jinete y un gran vendedor. Y cuenta con una cuadra de lujo. La locura en ese cuarto toro la desató a lomos de «Dólar» en un par a dos manos con el caballo desbocado. Y tras un rejonazo en todo lo alto del que el astado cayó fulminado. De aquel presidente José Antonio Pangua a este Gonzalo de Villa han pasado 46 años.

Andy Cartagena acompañó al hispano-luso tras cortar un trofeo del primero y el quinto. Mano a mano hasta el final. Al primero se le arrancó por una faena en la que destacó a lomos de «Luminoso» y «Pintas». Eficaz el benidormí, que ante el tercero nada pudo hacer con el marmolillo que acusó demasiado el doble rejón de castigo.

La tarde fue sin duda de Ventura, que al segundo de la tarde le cuajó una gran actuación premiada con dos orejas, y al sexto le habría cortado otras dos de no tener que haber usado el descabello. Cinco orejas y un rabo, todo un logro que quedará para la historia. Como la espectacular actuación de «Nazarí».