Eugenio Mira (Castalla, 1977) es un polifacético cineasta que dirige, escribe, actúa y compone bandas sonoras de cine. En su haber tiene, entre otros títulos propios, The Birthday (2004), Agnosia (2010) y Grand Piano (2013), y en los últimos Premios Goya estuvo nominado a la mejor banda sonora por la música de Verónica, de Paco Plaza, pero en cuanto Juan Antonio Bayona le reclama en su equipo no duda un segundo en acudir a su llamada. Así lo ha hecho en la última, Jurassic World: El reino caído, la quinta entrega de la saga que llega hoy a los cines, y donde ha dirigido la segunda unidad.

La relación de Mira con Bayona viene de largo: «Yo hice mi película, Agnosia, en 2010 con la productora de Bayona, Belén Atienza, y, al finalizar, estaban preparando Lo imposible y yo pregunté: ''Oye, ¿quien te hace la segunda unidad?'' Y de ahí nació mi relación con Jota y con Belén», apunta el realizador, que recuerda que a «Jota» le conoce de antes, «un pelín antes de hacer mi primera peli, The Birthday, que vino al rodaje. Desde entonces, de las cuatro películas que ha hecho, en tres de ellas (Lo imposible, Un monstruo viene a verme y Jurassic World: El reino caído) he participado».

Para el cineasta de Castalla, que vive entre Madrid y Altea, ser parte de este equipo es toda una experiencia y mientras «cocina» sus propios proyectos asegura que prefiere «mil veces hacer una segunda unidad con ellos que trabajar en publicidad o en televisión». No obstante, también esta vez la experiencia ha sido mucho mayor por su magnitud: «Es la primera vez que Bayona trabaja con un estudio americano, con un encargo y en una franquicia, de la que ya se ha anunciado que habrá una próxima entrega. Es una estructura a la que no te has enfrentado nunca. El 80% de la película se hizo en los estudios Pinewood de Londres y el resto en Hawaii y otros lugares. Ha sido muy interesante conocer la parte americana de la producción con los técnicos y el rodaje en los estudios ingleses», apunta.

Él, que también ha conocido los estudios alicantinos de Ciudad de la Luz en su esplendor, ha podido comparar ambos: «Lo de Ciudad de la Luz es un drama porque las instalaciones eran incluso mejores que en Pinewood, que tienen tantos rodajes que hay que ir ajustados de tiempo. Lo de Alicante se hizo muy bien en infraestructuras y fatal a nivel político, pero una película como Parque Jurásico se podría haber rodado perfectamente en Ciudad de la Luz. Los estudios son de lo mejor que hay, si no son los mejores de Europa, y es terrible que estén así, esperemos que se solucione», manifiesta este miembro del reducido club español que rodó en Londres.

La segunda unidad de rodaje es un equipo independiente que va rodando en paralelo a la unidad principal, explica Mira, «para meter todos los planos que hacen falta sin necesidad de que esté el director y sin dejar ningún plano suelto. Hay que estar muy pendiente de lo que queda y suele ser muy técnico: planos de efectos, aéreos, de fondos en 3D... Yo he rodado las mismas semanas que el equipo principal y puedes trabajar también con los actores».

«Es muy bonito porque, al tener confianza con Belén y con Juan Antonio al final daba la sensación de que estábamos haciendo una peli pequeña con tus amigos... ¡pero de 200 millones de dólares! Y te hace ilusión pensar que este chaval de Alicante ha acabado rodando en la Isla Nublar que vimos por primera vez hace 25 años», sonríe, para rematar que «es un lujo haber trabajar aquí, les llevaría los cafés si hiciera falta. La satisfacción es absoluta».

Aunque producida por Steven Spielberg, que inicialmente iba a acudir al rodaje, Mira se quedó sin conocer al genio del cine porque estaba finalizando Los archivos del Pentágono pero sí pudo trabajar con los protagonistas, Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, esta última también directora e hija del director Ron Howard, con quienes «fue un placer coincidir».

De Bayona destaca que «genera mucha confianza en sus proyectos, desde su primera película» al ser el primer español en dirigir una de estas sagas, y añade que «Juan Antonio tiene un don para conectar con el público que se sale de escala. Yo no creo que haya nadie de su generación en Europa ni en Estados Unidos que tenga esa capacidad de activar las teclas emocionales que todos llevamos dentro».

La mayor diferencia entre rodar con él en España y en una superproducción de Hollywood, a juicio del alicantino, es la cantidad de recursos disponibles y «el timing» o ritmo de trabajo, ya que «existe toda la flexibilidad del mundo hasta que empieza la ejecución. En Pinewood se alquilaron los estudios con año y medio de antelación, cuadrando las agendas de los actores, y el rodaje ha tenido que ser muy ajustado y preciso. Es muy emocionante y estresante al mismo tiempo».

Eugenio Mira continúa con sus proyectos propios, de los que prefiere no dar detalles hasta que se materialicen: «Tengo dos pendientes en Estados Unidos desde antes de empezar Jurassic World y debo ser paciente», apunta, pero también se siente ahora «muy ilusionado escribiendo un guion; todo pinta muy bien». Por eso, mientras llega de nuevo su momento, reconoce quitarse «mucho mono» de dirigir cuando trabaja con Bayona. «Aprendo tanto que si me vuelven a llamar ¡me va a costar muchísimo decir que no!», exclama.

El de Castalla explica que la fotografía que ilustra el artículo junto a Juan Antonio Bayona y Paco Plaza le trae buenos recuerdos: «Hice la banda sonora de Verónica mientras preparaba Jurassic World 2», rememora.