«Man Ray decía que lo que no podía pintar, lo fotografiaba; yo digo que lo que no puedo crear con la fotografía, lo escribo», apunta Pepe Calvo, fotógrafo y artista, que regresa a la literatura con su segunda obra, Imagina mi alma, una novela coral sobre una saga familiar ambientada en Alicante entre los años 40 y 90.

El libro, de 440 páginas editado por EAC, se presentó en el MACA acompañado de Carmen Marimón, profesora titular de Lengua Española de la Universidad de Alicante y Juan Antonio Rios, catedrático de Literatura Española de la UA.

Calvo apunta que empezó a escribir tarde, con 56 años, «porque creo que hay que tener cierta experiencia en la vida y, como mi obra visual es tan narrativa, estaba abocado a esto», argumenta sel autor de La flor oráculo sobre su nueva obra, una novela río «que tiene una primera parte costumbrista pero luego cambian los personajes y el hilo común es la historia de dos familias, primero con la vida de los padres y después son los hijos los que llevan la acción».

El artista destaca que Imagina mi alma «se lee como un thriller pero tiene de todo, como en botica: drama, acción, violencia, sensualidad, humor, aventura... y hay varias tramas que se entrecruzan por toda la novela».

El origen de la historia parte de una experiencia real a través de la literatura de Paul Auster vivida entre Calvo y su amigo José Carlos Guillén: «Él fue quien me descubrió a Auster con El Palacio de la Luna, y luego yó le regalé La música del azar y así fuimos sucesivamente haciendo con sus libros. Esta anécdota da origen a la historia. Yo vi que tenía un relato, pero vi que me sentía más cómodo escribiéndolo en una novela más larga».

Alicante es el escenario donde transcurre la historia, y en ella aparecen lugares reconocibles como el Teatro Principal en los años 60 con proyecciones de cine, cabarets en los bajos del Casino o las «orgías nocturnas» del Parque de Canalejas. «Dicen que Alicante es provinciana, pero yo no lo creo», bromea Calvo por situar en la ciudad esta novela «rebosante de artes visuales y pasiones cinematográficas», concluye el autor.