No era un sacerdote al uso. Una buena muestra de ello era su "vida" digital, tan intensa o más que la de muchos jóvenes. Antonio Vivo, fallecido hoy a los 89 años de edad, estuvo activo en las redes sociales hasta el final.

Su talante conciliador se evidencia en la gran cantidad de muestras de cariño y respeto que ha recibido tras conocerse su fallecimiento, llegadas tanto de feligreses como de no creyentes y procedentes de todos los prismas políticos.

Vivo usaba Twitter desde marzo desde marzo de 2013, pero era muy activo sobre todo en Facebook, donde atesoraba más de 1.700 amigos y donde mostraba sus opiniones sobre cuestiones tan variopintas como la Justicia, el fútbol y la política. El pasado día 20 actualizó, por última vez, su foto de perfil:

Vivo se "mojaba" siempre, fuera cual fuera el tema y por espinoso que pudiera resultar.

En uno de sus recientes comentarios en las publicaciones de los muros de sus contactos, tras conocer la detención de Eduardo Zaplana, Vivo agradeció al expresidente de la Generalitat su apoyo para la rehabilitación de la iglesia de Santa María, posteriormente declarada basílica.

A lo largo del día se han sucedido las publicaciones en las redes sociales honrando su memoria y destacando su carácter afable: