A diferencia del 25 de mayo de 1938, ayer sí sonaron las sirenas en el Mercado Central de Alicante. Y también el ruido de las 90 bombas lanzadas por los 9 aviones italianos que segaron la vida de más de 300 alicantinos. Tres minutos para conmemorar el 80 aniversario de esta tragedia en la Plaza 25 de Mayo, en un acto lleno de emoción y en el que se dieron cita ciudadanos que quisieron recordar ese fatídico día, algunos víctimas directas o indirectas de esos bombardeos, y asociaciones cívicas, todos ellos auténticos protagonistas de este recuerdo de la guerra para mirar hacia la paz. Allí estuvieron también representantes de todos los partidos de la corporación municipal, de la Generalitat y de la diplomacia italiana, convertidos en catalizadores de ese sentimiento de rabia e impotencia por un hecho que, todos coinciden, nunca debe repetirse.

Niños del Colegio San Roque -que leyeron un manifesto por la paz-, alumnos del Conservatorio Profesional de Danza de Alicante -que realizaron una emotiva performance-, el estreno de una obra de Miguel Brotons que interpretó al chelo Javier Ignacio Córdoba, y una ofrenda floral -claveles blancos y, en su mayoría, ramos con los colores republicanos- protagonizaron la intervención civil en este acto en el que ondearon banderas republicanas y en el que resultó difícil contener la emoción.

Las palabras del alcalde, Luis Barcala, y la concejal de Cultura, María Dolores Padilla, sirvieron para introducir un acto en el que sin embargo los grupos de la oposición no fueron invitados a participar, como suele ser habitual en esta jornada.

Sí se dio voz, por primera vez, a la cónsul general de Italia en Barcelona, Gaia Danese, que se desplazó hasta Alicante para «expresar en nombre de mis autoridades el horror y el dolor por el sufrimiento causado a los ciudadanos de Alicante y de otros municipios de la Comunidad Valenciana, víctimas de los bombardeos realizados por la aviación del régimen fascista de Benito Mussolini».

La diplomática italiana aseguró que «las agresiones militares contra las poblaciones civiles constituyen un acto abominable e inexcusable, una barbaridad, y eso es lo que pasó en Alicante hace 80 años». Algo en lo que «el gobierno italiano actual no se reconoce». Y terminó afirmando que «vuestra pasión civil es la nuestra, de todos los italianos; esperemos que nunca más una población civil e indefensa pueda ser atacada por una dictadura cruel y brutal».

Luis Barcala definió los hechos del 25 de mayo de 1938 como «el peor asesinato que se cometió probablemente durante la Guerra Civil». Unas bombas, afirmó, «de las que nunca supieron ni por qué ni para qué» y «hoy Alicante llora con el recuerdo de esas víctimas inocentes de esa sinrazón».

El alcalde destacó que «hoy todos juntos, ciudadanos, grupos políticos, instituciones, entidades, asociaciones y toda la ciudadanía, ponemos voz en este memorial a aquellas 300 víctimas y realizamos un grito de paz, justicia y libertad, por una sociedad más justa y más democrática».

También reconoció «públicamente» la labor realizada «en esta ciudad por las asociaciones que llevan trabajando muchos años en defensa de la memoria histórica, cuya labor es plausible, encomiable y necesaria» y afirmó que «desde las instituciones y los grupos políticos debemos asumir la responsabilidad de defender el recuerdo de nuestro pasado para dignificarlo», además de comprometerse «a seguir trabajando desde el Ayuntamiento de Alicante en los diferentes proyectos que estamos impulsando desde Memoria Histórica».

Toda una declaración de intenciones que, sin embargo, contrastó con el malestar de los grupos de la oposición y también de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica, por no haber sido invitados a intervenir en el acto.

Para Eva Montesinos, portavoz del PSOE, «es una pena que los portavoces no hayan estado invitados a participar en este acto que no tendría que ser político sino reivindicativo» y afirmó que «nos hubiera gustado que todas las fuerzas políticas pudieran decir algo en esa conmemoración».

En la misma línea, Miguel Ángel Pavón destacó en nombre de Guanyar Alacant que «es una vergüenza que lleguemos a este acto sin que se hayan quitado los nombres franquistas de la calles de Alicante». Algo que espera que ya esté solucionado «cuando el próximo año celebremos el 80 aniversario del final de la guerra en el Puerto de Alicante. Y como un «olvido», «no sé si intencionado o no», calificó el concejal de Ciudadanos Antonio Manresa el hecho de dejar a los portavoces fuera del acto, «igual que a la Comisión Cívica, y así estamos, con ciertos olvidos del PP que a nosotros nos resultan chocantes».

Precisamente Óscar Llopis, de la Comisión Cívica, destacó que fueron invitados el jueves por la mañana», después de que el PSOE denunciara que se les había ninguneado pese a haber organizado los actos conmemorativos del bombardeo desde hace 20 años. «El hecho de que no se nos haya invitado a intervenir es significativo del rumbo que parece que está tomando esto». Y destacó que «no nos parece bien, pero nosotros vamos a seguir estando aquí año tras año».

Los actos en homenaje a las víctimas continuaron por la tarde con las proyecciones del cortometraje documental Memoria y el de animación El olvido, además del estreno de la obra de teatro Dentro de una hora y un concierto de la Banda Municipal. La concejal María Dolores Padilla recordó que las actividades continuarán el fin de semana y destacó la exposición Alicante en guerra, que se inaugurará el próximo 15 de junio en el edificio Portalet, que se podrá ver hasta septiembre.