No es fácil de entender que siendo una crítica a las grandes instituciones que controlan occidente, como el FMI o el Banco Mundial, el gobierno cubano haya decidido retener en la aduana la propuesta artística que el alicantino Antonio Mas envió a finales de abril a La Habana para participar en la #00Bienal. Será quizá porque se trata de una feria alternativa, creada de forma espontánea por artistas cubanos tras decidir el gobierno posponer a 2019 la XIII Bienal de La Habana que debía celebrarse este año.

El caso es que lo que iba a ser un pequeño encuentro de arte ha implicado a 70 creadores (40 cubanos y 30 de otros países) y ha trascendido a nivel internacional por las trabas que el gobierno cubano está poniendo a su celebración. En medio está Antonio Mas que ha visto como su proyecto Esto es democracia se encuentra empaquetado en la aduana. Y allí estará, según le han comunicado, hasta el 20 de mayo, cinco días después de finalizar el festival de arte.

Mas envió tres posibles propuestas a los organizadores del evento y eligieron el que ahora está en Cuba. El proyecto propone «una reflexión sobre el concepto de democracia desde nuestro concepto occidental», afirma el artista. Y lo ha hecho a través de la creación de una serie de carteles electorales con líderes internacionales «que nos invitan a votar cuando en realidad vemos que tenemos una democracia amputada porque quienes gobiernan el mundo son organizaciones en las que no podemos elegir, como el FMI o el Banco Mundial. De la democracia solo nos queda su definición».

De esta forma, la acción artística que propone el creador alicantino se centra en pegar carteles en las paredes del barrio Alamar de La Habana al lado de las papeleras, donde se lea «Deposite aquí su voto».

Lo paradójico del secuestro de las piezas, destaca Mas, es que «el proyecto propone una reflexión sobre la democracia que tenemos en occidente, bajo el peso argumental de los discursos de José Saramago y José Luis Sampedro, en los que hacen una crítica feroz a una democracia que la califican de secuestrada, condicionada y amputada».

Pero el artista no se rinde. Asegura que junto a la organización de la Bienal han decidido seguir adelante. «Me propusieron que les enviara las imágenes por correo electrónico, pese a los problemas que tienen para poder conectarse a internet, y de esa manera imprimir cientos de los carteles en tamaño A4 y junto con la orden de retención de la obras, repartirlas y pegarlas por las calles del barrio de Alamar de la Habana», algo que finalmente se realizará mañana sábado.

Además, afirma que si las autoridades cumplen su palabra y entregan las piezas a la organización el día 20, «mi intención es donar la obra precintada, tal como está sin que se abra, a la organización como símbolo de la bienal».

Antonio Mas resalta su admiración por los organizadores «porque están haciendo algo muy importante».