El artista alicantino Aurelio Ayela será el encargado de instalar una gran escultura a la entrada de la empresa de calzado Mustang, tras haber sido premiada su propuesta, Bebé Potemkin, en la convocatoria abierta para celebrar los 50 años de la empresa ilicitana.

Esta convocatoria buscaba instalar «un símbolo inspirador» que diera la bienvenida a los visitantes de las instalaciones de Mustang Experience, en el Parque Empresarial de Elche, y dotar a este espacio de una escultura de valor artístico en las inmediaciones del edificio principal que alberga sus oficinas.

La pieza de Ayela ha sido seleccionada entre 90 proyectos presentados, de los que quedaron finalistas seis: Anamorphic Graden, de Angélica Monje, Yes Sculpture de Aggtelek, Boomerang de Miguel Bañuls, Ring de Zhang Zhaohong, Path de Nuria Fuster y Bebé Potemkin, designados por un comité de selección formado por Héctor Diez Pérez, en representación del Ayuntamiento de Elche; Juan Fuster Selva, director de Art Mustang; Sergio Ros Vidal, presidente de la Fundación Pascual Ros Aguilar; Alicia Ventura Bordes, comisaria independiente y gerente de Gestión Arte Ventura; Pedro Medina, director de IED Sapere (Italia, España y Brasil); Gema Llamazares, directora de la galería que lleva su nombre y el arquitecto José Juan Fructuoso.

Finalmente, la dirección de la empresa Mustang Experience ha sido la encargada de elegir el ganador entre los finalistas, teniendo en cuenta principalmente su valor icónico y la capacidad de empatía e interacción con el público.

Aurelio Ayela es un artista que afronta sus obras con un humor, sutil y profundo al mismo tiempo, contraponiendo conceptos encontrados, según señalan desde Mustang. La escultura presenta la imagen insólita de un extraño titán, una forma entre bebé gigante y máquina acorazada que avanza gateando, y el autor valora en la obra su capacidad «para emanar poder y provocar respeto o admiración, y al mismo tiempo su capacidad de suscitar simpatía o ternura desde la fragilidad y la gracia». El Bebé Potemkin (que adopta el nombre de la película del director ruso Serguéi Eisenstein, El acorazado Potemkin) aúna movimiento, protección, vitalidad y energía, el gateo, como el primer andar, enlaza también con la idea de aprendizaje, evolución y con el trabajo en constante desarrollo en las empresas.

Este bebé acorazado tendrá unos cinco metros de base por tres metros de altura y dos de ancho, y será construido en acero. El artista recibirá 7.000 euros de premio y contará con 20.000 euros para producir la obra, que prevé instalarse antes de final de año.

Para Aurelio Ayela, construir a lo grande el Bebé Potemkin y ganar este premio es «muy ilusionante», ya que «será la primera escultura pública que haga en exterior» -en interior tiene Made in heaven, dentro del Centro Municipal de las Artes-, al tiempo que le permite «poder trabajar en gran formato, que tenía muchas ganas, y que la obra se quede de forma permanente; no es una instalación que luego se desmonta». Su escultura estará «a ras del suelo, no por encima de la gente, y eso genera mucha empatía con el público. La gente podrá tocarla y los niños podrán subirse de forma segura».

Ayela es uno de los 33 artistas de la Comunidad Valenciana a los que recientemente adquirió obra la Conselleria de Cultura.