La idea de progreso empieza a plantearse en el siglo XVIII. Desde Aristóteles a Descartes se abogó por concebir al ser humano en otra dimensión, fijacionista, inmutable. Lamarck, Darwin y Spencer, los tres protagonistas principales de las teorías de la evolución, entran en juego y cambian el paso. Hay que tener en cuenta que las vidas de los tres transcurren, sobre todo, en el siglo XIX, un periodo de revoluciones burguesas y procesos de industrialización. Estos acontecimientos de crecimiento económico constituyeron el capitalismo a nivel global. De esa realidad se benefició el impacto científico. La teoría de la evolución de Darwin nos dibuja unas propiedades clarificadoras: afirma que es el medio ambiente el que dictaminará las condiciones más aptas.

Actualmente, la sociedad mejora pero parece insuficiente, debido a la crisis del sistema. Hay una corriente de pensamiento que defiende que vivimos con mejores condiciones que nunca. "¿Por qué la mayoría de expertos piensan que el mundo está fatal cuando nunca ha estado mejor? A nivel de pobreza, desigualdad, educación, libertad, oportunidades€", reflexiona el economista Xavier Sala i Martín en el programa de TV3 Economía en colors.

Enhamed perdió la vista a los 8 años. Es posible que Darwin pensara que cumplía muchos requisitos para no adaptarse al medio. Podría haberlo pensado él y casi todos nosotros. Si alguien tiene una discapacidad física, tendemos a ver límites infinitos. Lo cierto es aquel niño que nació en Gran Canaria en 1987 dejó de poder utilizar sus ojos tras discutir con su madre. Hasta aquí puede resultar un relato triste. Una de las muchas historias de las que no queremos saber€ Pues este caso merece la pena ser contemplado. La web de Enhamed abandera un mensaje: "A los 8 años gané la ceguera". "¿Cómo?", puede ser una respuesta común. A los 9 años un profesor lo convenció para que nadara. De 4 horas diarias pasó a 8. Se dio cuenta de que sin poder hacer lo mismo que los demás, podía alcanzar los mismos resultados. El sacrificio de levantarse a las 5:10 lo llevó con los años a competir 12 años y a acudir a tres Paraolimpiadas. Hoy en día sigue siendo considerado uno de los mejores nadadores paralímpicos de la historia.

¿Le bastó para triunfar con ser madrugador y nadar sin parar? Él plantea a un grupo de espectadores en el encuentro "Aprendemos juntos": "¿Es lo mismo qué esperas de la vida, que qué le pides a la vida?". "Porque lo que tú le pides a la vida viene predeterminado por tus resultados hasta el momento, mientras que lo que tú esperas viene de la esperanza, de lo que tú crees que podrías llegar a lograr en el futuro. Entre medias hay una cosa muy importante: ¿Qué eres capaz de aprender para conseguir eso?", responde. Uno de los presentes se apresura para abordarle: "Alguna vez te he escuchado decir que el truco es poner tus retos por escrito. Entonces, mi duda es: ¿Cómo se implementa para que se consigan sus sueños?". Enhamed reacciona en silencio y recalca: "¿Sueños? En mi caso, solo tengo planes. Un sueño no es concreto. Un plan tiene fecha. Poner negro sobre blanco. Escribir y accionarte para avanzar en un proyecto. Así se logra el objetivo para que en un futuro tengas libertad".

Igual que siglos atrás, Lamarck, Darwin y Spencer percibieron evolución en los seres vivos, Enhamed es un ejemplo viviente de que la inmutabilidad está más presente en las creencias que en las posibilidades del ser humano. "Defendemos nuestro malos hábitos como beber o fumar, con una lógica indefendible, e ignoramos los consejos útiles, dejamos de aprender nuevas habilidades, nos abstenemos de decir la verdad, no pedimos lo que queremos, y luego nos preguntamos por qué nuestras vidas no funcionan", expone Francisco Alcaide en el bestseller Aprendiendo de los mejores.