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Las mil y una

Premio Fernando Lara de Novela, Sonsoles Onega acude a un almuerzo a beneficio de AODI organizado por el Aula de la Mujer del ISCE

Las mil y una

¡Vaya! Me la imaginaba más alta», dice una de las señoras que la escanea a modo Robocop, armada de paciencia, laca y de dos de sus libros en las manos para que se los dedique. Sonsoles Onega acaba de llegar de Madrid en AVE. Allí, nieve y mucho frío. Aquí, sol y frío. Pero, ella no tiene. «Cuando he puesto un pie en Alicante he notado la diferencia. ¡Se está genial!», comenta.

No conoce la ciudad y confiesa que es algo a lo que hay que poner remedio porque «mi madre se jubiló y vive muy cerca, en Oliva (Valencia)». Perdona, ¿Oliva?¿Muy cerca? Se nota que es de Madrid, yo esperaba que dijera en San Juan o El Campello. La escritora fue, el pasado jueves, la protagonista del último almuerzo benéfico del ISCE (Instituto Superior de Ciencias y Educación) con sede en El Valle y que dirige Begoña Méndez junto a la responsable del Aula de la Mujer, Lola Peña. No da crédito a lo que se encuentra, hasta el punto que se hace un selfie con las más de 100 comensales (la mayoría representantes de asociaciones y fundaciones, empresarias, rotarias... ). «¡Nunca había comido con tanta mujer junta! Es impresionante. Me fascina esta iniciativa», dice. Se trata de un encuentro exclusivo para señoras con un fin benéfico y por el que han pasado Paloma Gómez Borrero, Carmen Posadas, Marta Robles, Carmen Lomana o Charo Izquierdo, entre otras. En esta ocasión, AODI (Asociación de Ocio Ocupacional para Discapacitados), que preside Paloma Arroyo, adquirirá, con la recaudación íntegra del cubierto, una silla de baño y una grúa para sus usuarios.

La hija de Fernando Onega ganó, el año pasado, el premio Fernando Lara de novela con su libro Después del amor. Además, la periodista parlamentaria de Telecinco es de las que cierran las puertas de los leones y mantiene una excelente relación con casi todos los políticos con los que se codea. Ellos también la leen, sobre todo «más diputados hombres y la presidenta, Ana Pastor, que siempre es muy generosa con los periodistas», asegura. Sonsoles es íntima amiga de la Reina, de la que no le gusta hablar «porque es mi compromiso personal por nuestra amistad».

Entre las asistentes, la edil Mª Dolores Padilla; la cónsul de la República Dominicana, Eddy Peña; la presidenta de APSA, Nito Manero; Carmen Robles de la Fundación Manuel Peláez; de Nuevo Futuro, Conchita Senante y Victoria López; Leonor Martínez y Nuria Coves de Alinur; María Aragón, de Unicef; Julia Alonso de Federico Azanam; Loreto Brotons de APAMM; Irene Koch, de Big Elephant; Chai Gómez; Cari Boyer; Concha Escamez; Maribel Berna del Ateneo; Puri Pérez Guerras de Amurada y Consuelo Giner, de Espejo de Alicante, entre otras muchas.

Sonsoles habló de sus libros, se deshizo en elogios con el encuentro y destacó el papel de la mujer en esta sociedad en la que queda mucho por hacer porque «hemos sido víctimas del timo del siglo: Mujeres agotadas que intentan llegar a todo sin fallar a nadie. ¡Y lo hacemos!».

Y no pudo evitar meterse con el azúcar, al que le declaró la guerra cuando le diagnosticaron diabetes a uno de sus hijos. «Leed las etiquetas de todos los productos. ¡Nosotras somos las jefas del consumo!».

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