La falta de interés es la primera barrera a la participación cultural en España, especialmente entre los individuos con menor nivel educativo y rentas más bajas. Se trata de una de las conclusiones del estudio El consumo cultural: ¿cuestión de gusto, o de precio?, publicado por el Observatorio Social de la Caixa.

Los profesores de la Universidad de Oviedo Juan Prieto Rodríguez, María José Pérez Villadóniga y Sara Suárez Fernández firman este informe utilizando los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida en España del INE (2015).

En el caso de los espectáculos en directo, como conciertos u obras de teatro, la causa de no asistencia más importante para las personas de rentas más bajas no son las restricciones económicas, declaradas en un 19,4 % de los casos, sino la falta de interés, aducida en un 41,7%, la razón de no asistencia más frecuente. Sin embargo, para los más ricos los motivos económicos (21,5%) y de restricción de la oferta (12,4%) son las causas principales de no asistencia; declarando falta de interés únicamente un 1,9% de los encuestados.

Del mismo modo, en lo que se refiere a las visitas a lugares de interés cultural como monumentos, museos o galerías, el desinterés de los más pobres alcanza el 36,3% y el de los más ricos, el 1,1%, seguidos en ambos casos por la falta de renta y la de oferta como causas principales de la no participación.

Sin embargo, el papel de las barreras se invierte en caso del cine, donde la falta de renta es, con claridad, la primera razón para no acudir a las salas entre los más pobres (37,8%), mientras la falta de interés se cuenta en sólo el 9,9% de los casos. En este tipo de entretenimiento, los papeles se intercambian ya que los más ricos explicitan desinterés como argumento para no ir al cine en el 10% de los casos y afirman no poder permitírselo en el 1,5%. En el informe se observa el patrón esperado respecto a la educación: los individuos con más estudios asisten con mayor regularidad a todos los tipos de espectáculos.