a creación en arte se fundamenta en la lectura de las experiencias artísticas del pasado y del presente, en el análisis de los referentes para la definición de un arte propio. El cubismo rompe con la tradición anterior, pero surge de propuestas tan contrapuestas como la de Cézanne, la escultura ibérica y las máscaras africanas, un mix imposible que solo Pica-sso pudo ver. Es muy difícil analizar cómo construimos nuestra historia si no se leen las obras que ha dado el arte a lo largo de la historia. En el momento actual, con mayor intensidad que otras épocas de la historia del arte, la creación y la lectura contemporánea del arte se ven condicionadas por la intermediación de retóricas que no provienen de los artistas sino de los agentes culturales: historiadores, filósofos, sociólogos? Pero lo que distingue nuestro tiempo es que el artista se forma en las escuelas bajo estos principios teóricos que analizan nuestra visión de la realidad, nuestra conciencia ambiental, ecológica y política?, partiendo de la idea de que la investigación plástica es insuficiente si no conlleva un discurso, a ser posible, político. Este principio de siglo no difiere mucho de otros momentos de la historia, el equilibrio se desmorona con guerras, hambrunas, migraciones, terrorismo, radicalismos, acusadas diferencias sociales?, por lo que las visiones apocalípticas, la imagen de empezar desde cero, ante la destrucción de lo conocido, lleva a artistas plásticos, no solo a autores literarios, a crear ficciones, a buscar paisajes que denoten esa falta de cultura, de civilización, con los que identificar nuestra visión de un mundo destruido.

Ángel Masip, que se inicia en la creación artística basada en el paisaje, desde el análisis de la pintura, el collage, la fotografía, encuentra estos espacios «intersticiales», así llamados por él, en el extrarradio de las ciudades, espacios de deshecho, de abandono. En su instalación/artefacto, que podemos ver en el Centre del Carme de Valencia, busca plasmar esos espacios de negación. Un artefacto de 17 metros que no sugiere la proporción de mueble sino de obstáculo, con vitrinas donde los objetos se esconden, bajo una iluminación interior que ciega al espectador, que impide su visión. Masip niega la contemplación convencional del objeto, niega la proporción de los elementos constructivos, nos propone entrar en otra dimensión del arte, en su deconstrucción. Este artista tiene una visión crítica del arte, no desconoce el sentido de los elementos plásticos que utiliza: minimalistas, cubistas, el concepto de las vitrinas nos recuerda a Beuys, espacio interior, exterior?. Es de valorar el compromiso adquirido en su búsqueda personal. Siendo un interprete virtuoso de la realidad, desde sus inicios en la pintura, la realidad le golpea, le produce daño espiritual, pero, en su experimentación, ya que no se puede sustraer de su condición de buscador de fórmulas, no ama a los clásicos, no respeta el arte del pasado porque lo ha vivido desde el virtuosismo, y esto le molesta. Su maestría técnica lo aleja un tanto de esa comprensión más profunda del arte, que no tiene nada que ver con la habilidad sino con el entendimiento.