Los alicantinos que recientemente han obtenido premios nacionales en diversas ramas de la cultura tendrán una calle con su nombre, tal y como anunció en su momento Daniel Simón, concejal de Cultura de Alicante.

La última en sumarse a esta lista ha sido la fotógrafa Cristina de Middel, que hace unas semanas fue reconocida con el Premio Nacional de Fotografía 2017, que otorga el Ministerio de Cultura, para quien la concejalía ya ha iniciado los trámites para instalar una calle con su nombre.

Simón ha indicado que los casos que se encuentran más avanzados son los de Pablo Auladell, Premio Nacional de Cómic 2016, y Lola Blasco, Premio Nacional de Literatura Dramática 2016, que ya tienen asignadas dos plazas en la avenida Gran Vía de la ciudad «y solo está pendiente su colocación», afirmó el concejal, tras la aprobación del Servicio de Topografía y Urbanismo y una vez fueron aprobadas las propuestas en las Juntas de Distritos y en la Junta de Gobierno.

El equipo municipal está estudiando aún la ubicación de la calle del Premio Nacional de Ilustración 2016, Javier Sáez Castán, nacido en Huesca pero afincado en Alicante desde hace años.

El concejal de Cultura apuntó que esta iniciativa no hace sino seguir los pasos de las calles que se dedican a los alicantinos que obtienen medallas olímpicas en el campo del deporte y es una manera de revindicar a ciudadanos que dejan huella en el ámbito de la cultura.

«Igual que esos deportistas pueden inspirar a nuevas generaciones, también los alicantinos que reciben premios nacionales de cultura pueden tener una calle o una plaza dedicada en Alicante y servir de modelo a nuevas generaciones», apuntó Simón quien, no obstante, añadió que la intención del departamento que dirige es echar la vista atrás y reconocer a otros nombres de la cultura reconocidos tiempo atrás.

Simón y la edil de Turismo, Eva Montesinos, recibieron el pasado mes de febrero a Pablo Auladell en el ayuntamiento para felicitar en su nombre a los premiados por el Ministerio de Cultura el pasado año, en un acto al que también asistió el director del Teatro Principal de Alicante, Paco Sanguino.