Sorprendió al mundo en 2012 con Afronautas, un fotolibro que recreaba en imágenes la fallida misión de viajar a la Luna del gobierno de Zambia en los años 60, una historia que traspasó fronteras y le valió ser la primera española finalista al prestigioso premio Deutsche Börse. No lo ganó, pero desde entonces esta fotógrafa nacida en 1975 en Alicante, que trabajó durante cinco años en INFORMACIÓN, ha desarrollado imaginativos proyectos fotográficos que bucean entre la realidad y la ficción con los que se ha ganado un puesto destacado en la fotografía española contemporánea.

A sus 42 años, Cristina de Middel fue galardonada ayer con el Premio Nacional de Fotografía, dotado con 30.000 euros, que concede el Ministerio de Cultura, y es la quinta mujer que lo obtiene desde 1994. Otorgado por unanimidad, el jurado ha subrayado el reconocimiento nacional e internacional que ha logrado con sus trabajos, «en los que replantea los límites de la realidad del lenguaje fotográfico, al tiempo que ha innovado el ámbito del libro de fotografía, otorgándole una nueva dimensión como obra de arte total».

Los miembros del jurado -integrado por Isabel Muñoz, Premio Nacional de Fotografía 2016; Margarita Aizpuru, comisaria de exposiciones, crítica de arte, investigadora y docente; Rosa Brugat, artista visual; Nicolás Combarro, artista y comisario; Rafael Doctor, director del Centro Andaluz de Fotografía; Elisa Hernando, directora de Arte Global y Marisa Oropesa, comisaria independiente y crítico de arte- han valorado su capacidad para «cuestionar el lenguaje y la veracidad de la fotografía como documento» además de jugar «con reconstrucciones o arquetipos que difuminan la frontera entre la realidad y la ficción».

Su libro Afronautas, apunta el Ministerio de Cultura, es considerado «una reacción a las limitaciones del lenguaje documental a la hora de describir y explicar el mundo». El ejemplar, autoeditado, se agotó rápidamente y fue aclamado por la crítica.

De Middel, añade el ministerio sobre su etapa como fotoperiodista, «siempre ha tratado de ofrecer una visión excéntrica de la actualidad, evitando los viejos temas tratados mediante los canales y las formas asumidas».

A Afronautas -proyecto que elaboró en Alicante incluso con la ayuda de su abuela para la indumentaria de los personajes y que presentó en L'Espai- le siguieron otros trabajos como Party, en el que la alicantina retrata a la sociedad china a partir acotaciones del pequeño Libro Rojo de Mao, que en 2013 recibió el premio al mejor libro internacional en PhotoEspaña; Man Jayen, en 2013, la particular recostrucción de otra expedición frustrada en 1911 en busca de una isla entre Groenlandia e Islandia; This Is What Hatred Did (Esto es lo que el odio hizo), adaptación de un libro del nigeriano Amos Tutuola ambientado en la Nigeria actual, con los fantasmas de hoy, o Cucurrucucú, donde reflexiona sobre el umbral de la violencia en la fotografía con letras de rancheras, presentado en ParisPhoto en 2016, por citar algunos de sus proyectos más representativos.

Cristina de Middel ha mostrado su fotografía en exposiciones de Londres, Nueva York, Los Ángeles, Frankfurt, París, Roma o Dublín y son numerosos los premios internacionales recibidos por su trabajo.

Sin ir más lejos, solo este año, se ha alzado con el primer premio a la mejor serie fotográfica de retratos en LensCulture Portraits Awards con su serie Gentleman's Club sobre clientes del negocio de la prostitución en Río de Janeiro, que realizó con el fotógrafo brasileño Bruno Morais; en abril obtuvo el FCBarcelona Photo Awards por su proyecto Variations on the Podium, dotado con 40.000 euros .

El pasado mes de junio, además, De Middel fue seleccionada por la prestigiosa agencia fotográfica Magnum como candidata a formar parte de su nómina de profesionales. Afronta ahora un periodo de dos años en los que tendrá que presentar uno o varios porfolios, en un proceso que culminaría en su aceptación como miembro de la agencia y sería la única española en la lista junto a Cristina García Rodero.

«Utilizo el lenguaje del humor para tratar temas serios pero a veces tengo la sensación de que no se entiende así, por eso el respaldo de Magnum era algo que necesitaba», señaló entonces sobre su selección la alicantina, que en la fotografía suele buscar «historias verdaderas pero increíbles o historias falsas que todo el mundo se cree, porque te fuerza a entender la imagen».

Su obra se encuentra en la colección Saxe-Coburg y en la colección de Arte del Banco Espiritu Santo, ambas en Portugal, en la colección de la ciudad de Birmingham así como en la Universidad Politécnica de Valencia, y en la Fundación Sarthou Carreres, entre otros.

Cristina de Middel vive a caballo entre México y Brasil. Ayer fue imposible hablar con ella porque hoy celebra su boda. Desde aquí, nuestra enhorabuena.