Creció viendo pintar con óleo a su padre. Y como -dice- los hijos llevan la contraria a sus progenitores pues a él le dio por la acuarela. Un camino que le da muchas satisfacciones porque «se presta a hacer lo que quieras, a improvisar, y es con lo que más cómodo me siento». Una muestra de ello se podrá ver hasta el 26 de noviembre en la exposición que Ángel Sánchez Gerada inaugura esa tarde, a las 20 horas, en el Club INFORMACIÓN.

Acuarelas 21.21 es el título de esta muestra en la que el pintor albaceteño, afincado en Alicante desde hace cuatro décadas, reúne medio centenar de cuadros de diferentes épocad. «Pero no es una antológica, no es el momento todavía, aún puede hacer más cosas», afirma el artista que desarrolló su vida profesional como delineante.

Con esta exposición celebra los 21 años desde su primera individual y también que se trata de su muestra 21, de ahí el título. La obra más antigua que presenta es una acuarela de la Colegiata de Lorca, que pintó hace 12 años, y la más reciente una de este mismo año.

«Pensé en hacer una exposición que cubriera el ámbito en el que me he movido en la acuarela, es decir, naturalezas muertas, marinas y paisajes urbanos, casi todos ellos pintados al aire libre en la Plaza Gabriel Miró y la Diputación», destaca. Y con muy diferentes técnicas: húmedo sobre húmedo, en seco o húmedo y seco. «Me gusta usar distintas técnicas, según el ánimo me apetece hacer una cosa muy aguada o más en seco».

De ahí que al ver sus cuadros parece que sean de tres artistas diferentes. «Los bodegones no me gustan muy aguados, me gusta más el detalle; en las marinas saco más partido en seco y los paisajes mezclo ambas cosas. Son como retos para conseguir diferentes trabajos».

Después de tantos años en el arte, Sánchez Gerada cree que ahora «trabajo con menos miedo, más seguro». Aunque, afirma, «en la acuarela no paras nunca de aprender, sobre todo viendo y observando».