"La obra completa de Miguel Hernández", de Jesucristo Riquelme, ve la luz con la vocación de ser la versión "definitiva" del trabajo literario del poeta gracias a una profusa investigación traducida en más de 3.000 modificaciones y novedades, que sólo excluye su producción epistolar por su extensión y porque sigue en estudio.

Sobre la publicación anterior, una edición de 1992 de Espasa Calpe, ésta de Edaf contiene una treintena de nuevos textos entre los que figuran poemas, prosa literaria, discursos escritos, cuentos infantiles, biografías de toreros, un manuscrito sobre las fallas de Orihuela, versos, estrofas o fragmentos añadidos, correcciones y nuevos epígrafes e ilustraciones de sus artículos periodísticos, así como ilustraciones inéditas.

Se trata, en palabras del director de la editorial Edaf, José Antonio Fossati, "el broche de oro y brillantes" a la conmemoración del 75 aniversario de su muerte.

Con el apoyo de la familia del poeta, representada hoy en la presentación del volumen de casi 2.000 páginas a través de su nuera, Lucía Izquierdo, Jesucristo Riquelme ha trabajado en "La obra completa de Miguel Hernández" desde 2009, aunque lleva toda su vida dedicada al estudio del legado literario de Hernández (Orihuela, 1910-Alicante, 1942).

Además de su conocida obra poética, esta obra permite leer "de forma muy limpia" su menos conocida dramaturgia, así como su faceta como "reportero en primera línea de guerra", que le sitúa como "pionero del nuevo periodismo" que un cuarto de siglo después abanderaría Truman Capote, según Riquelme.

Hernández los escribía para publicaciones como La Lucha, Al Ataque y el Partido Comunista, una muestra más del compromiso ideológico del poeta, que Riquelme e Izquierdo han calificado como "vitalista y apasionado", contador de chistes "picantosos" a su Josefina, "simpático, cariñoso y generoso", aunque la imagen más conocida es la de su última etapa, en la cárcel.

Imagen que no debe empañar su optimismo, pues aun sabedor de que la guerra estaba perdida para el bando republicano, dio "una última lección en forma de testamento cuajado de esperanza" en "Eterna sombra", escrito "pensando en las generaciones posteriores personificadas en su hijo Manolillo".

En estas obras completas se insertan también las ilustraciones originales de la 'editio princeps' de "Viento del pueblo", "respetando el espíritu vanguardista de la concepción artística del poemario de guerra, concebido como el primer foto-libro de la literatura española", ha indicado Riquelme, que en su investigación ha encontrado un documental ruso con las primeras imágenes en movimiento que se conocen de Hernández.

El proceso de elaboración del libro ha permitido también "pulir" algunos aspectos de la vida del escritor, como la influencia que Maruja Mallo tuvo en "El rayo que no cesa", en el que la "pena hernandiana" es en realidad una queja del amor carnal que no podía disfrutar con Josefina Manresa frente a la "relación orgiástica" que mantuvo con la primera, y una crítica a la pacata sociedad imperante.

Este doctor en Filología y catedrático de Literatura afincado en Torrevieja (Alicante) ha decidido dejar fuera de este volumen la amplia correspondencia del escritor, porque "casi cada semana aparecen nuevas cartas, ya hay un centenar nuevas" a las que se dedicará otra publicación que revelará palabras que hasta entonces han estado escondidas bajo tachaduras.