La incertidumbre sobre la concesión de la prórroga a la empresa que gestiona la Plaza de Toros de Alicante y la interrogante en torno a la revisión de los espectáculos taurinos ha puesto sobre la mesa el debate entre quienes apuestan por la continuidad de un panorama que, guste o no, ha supuesto un beneficio para la ciudad, y quienes pretenden introducir un cambio en la gestión del coso alicantino para inclinar la balanza hacia la vertiente más sociocultural.

Las cifras que arrojan los estudios realizados sobre el impacto económico de los festejos taurinos y de los conciertos son para tenerlas en cuenta. Un total de 6.485.000 euros es el cálculo del beneficio económico que ha supuesto para la ciudad la celebración de actividades taurinas a lo largo de este año, según Anoet (Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos). Esa cantidad total, que recoge 49.000 asistentes, sale de la suma del impacto directo (entradas y gasto directo), que alcanza 1.990.000 euros; el impacto indirecto (alojamiento, restaurantes y bares, transporte), que es de 3.075.000 euros, y el impacto inducido (lo que repercute el impacto indirecto en otros subsectores), que suma 1.420.000.

Los conciertos los gestiona desde 2014 la empresa Horizonte Musical, con una apuesta clara por figuras de primer nivel nacional. Veintidós en total, contando los aún no celebrados de Sabina, Melendi y Festival de Cultura Urbana, que suman 130.00 personas (incluyendo algunos otros organizados por otras empresas). La recaudación de estas actuaciones se eleva hasta los 5.200.000 euros, además de generar un consumo en restaurantes y bares, es decir impacto indirecto, de 3.500.0000 euros, y de lugares de ocio tras los conciertos de unos 800.000. A esto se añade la ocupación de más de 40.000 plazas hoteleras, que han facturado 4.000.0000 de euros. Y un dato a destacar, son unos 110 puestos de trabajo los que se generan en cada concierto.

Al margen de los números, la postura política frente a los toros sigue sin acuerdo. Ubicados en los extremos y con posturas irreconciliables se encuentran el PSOE y Guanyar. Mientras, la llave vuelve a estar en la mano de Compromís que antes de la última Junta de Gobierno se decantó por rechazar la concesión de la prórroga a la empresa actual, sin negarse de lleno a la celebración de espectáculos taurinos, ya que por ley no puede hacerlo, pero mostraba sus cartas para reivindicar la elaboración de un nuevo pliego. Una medida que llevó al alcade Gabriel Echávarri a retirar la prórroga del contrato del orden del día.

Esa falta de acuerdo hizo saltar las alarmas puesto que la elaboración de un nuevo documento, su salida pública y la adjudicación llevan un proceso nada desdeñable en tiempo. Esto pondría en la cuerda floja no solo a Simón Casas, mercantil que gestiona además del coso alicantino las Ventas y la plaza de Valencia, sino también la programación de la próxima Feria de Hogueras y del ciclo de conciertos.

La solución de este desencuentro, al menos temporal, pasa por un acuerdo entre PSOE y Compromís que, aunque introduzca algunas modificaciones, no paralice la actividad de la plaza, algo que para empresarios hosteleros, como Vicente Castelló, del Nou Manolín, y Carlos Bosch, de El Portal, supondría una grave perjuicio para la ciudad.

«Esto no benefica a nadie, no tiene sentido. quien quiera ir que vaya y quien no, que no vaya, nadie te obliga a que vayas a la plaza», apunta Castelló, que asegura que las jornadas de la Feria de Hogueras «son de los mejores días del año y cuanto más afluencia de público tenemos en la plaza, más clientes hay en los restaurantes».

Comparte la opinión Bosch, para quien las actividades de la plaza, tanto taurinas como musicales, «tienen mucho tirón» porque «están ligadas antes y después a la restauración, y siguen siendo un motor para la hostelería». Y destaca que «nosotros tenemos overbooking en Hogueras, con reservas para comer desde un mes y medio antes». Igual los conciertos, «aunque si es más juvenil nos afecta menos, pero también están trayendo a figuras nacionales que atraen a mucha gente de fuera y eso es siempre negocio».

La presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante, Isabel González, no cree que deban posicionarse «al lado o en contra de los toros», sino que «lo que está claro es que cuando hay actividad en la ciudad hay repercusión económica, atrae turistas y eso lleva a mayor consumo». En este sentido, recuerda el pasado año cuando vino José Tomás. «La ocupación hotelera supuso un récord en el mes de junio».