Los clichés del género romántico y rosa (que tienden a confundirse) enfurecen a Patricia A. Miller, autora alicantina experimentada en la literatura que, con varias obras en el mercado, acaba de lanzar El infierno en tus ojos (Versátil Ediciones). Y el encono no es baladí, afirma, puesto que estos males literarios contaminados probablemente por el viejo folletín, han derivado a la apreciación de un género, el romántico, como «literatura de segunda» que está solo dirigido a mujeres. Por eso, Miller, insiste: los géneros no son blanda arcilla, que diría Azorín, sino que están perfectamente delimitados. Ella hace, ellas hacen (porque son muchas las autoras alicantinas que cultivan el género) novela romántica.
«El rosa es un color muy bonito, pero no debería asociarse a la novela romántica, sobre todo cuando se utiliza para calificar de forma despectiva, para referirse a la romántica como literatura de segunda o para indicar que es solo para mujeres. En una novela romántica puede haber tantos besos como disparos, tanto sexo como asesinatos, tantas caricias como sangre, tanto amor como odio. No hay nada más increíble que leer sobre la historia de las civilizaciones a través de una novela romántica-histórica, o sufrir hasta la última página con un suspense romántico, o reír a carcajadas con una comedia romántica, o pasar miedo con una novela romántica paranormal», señala la alicantina Patricia A. Miller, quien agrega al respecto que «algunos dirán incluso que es la denominación que la RAE da al término, pero deja que te diga que en la Real Academia también aparece el gentilicio 'alicantina' como una treta, astucia o malicia con que se pretende engañar, y no creo que ninguna mujer nacida en Alicante esté de acuerdo con eso. Las etiquetas son peligrosas. Hay que aprender a usarlas con respeto y eliminar aquellas que desvirtúan la realidad».
Por ese motivo, Patricia A. Miller cree que la literatura, como los tiempos, la gente y el pensamiento, cambian. De ahí que la novela romántica no esté exclusivamente dirigida a un público femenino sino al total. En definitiva: género sin géneros.
«Hoy en día hay muchos hombres que disfrutan leyendo novelas románticas, no tiene nada de malo. Antes los hombres no lloraban, o no lo hacían en público para no poner en riesgo su hombría. Hoy, por suerte, un hombre puede llorar con libertad sin ser señalado y sometido a burlas. Lo mismo sucede con el amor, con expresar los sentimientos, con explorar la sexualidad, con vestir una camisa rosa o ponerse crema en el rostro. Los libros, sean del género que sean, están para que la gente, mujeres y hombres, los lean, y es mi función como escritora crear historias que lleguen tanto al público femenino como a ese sector masculino que sigue creciendo cada vez más», comenta respecto a este debate.
Polémicas a un lado, Patricia A. Miller está entusiasmada con El infierno en tus ojos, una obra en la que se alían amor, suspense, erotismo, aventura y drama aprisionando sensaciones y emociones con las que cautivar a los lectores. ¿Pero qué hay de realidad y ficción en el libro? Patricia A. Miller se sincera: «Un poco de cada, la verdad. Cuando empecé a indagar sobre el conflicto bélico en la República Centroafricana quise ceñirme a los acontecimientos tal cual habían ocurrido. No podía plasmar cada noticia que iba encontrando en la trama, pero sí la visión general, incluso algunos testimonios que he ido recopilando de corresponsales destacados en la zona o de mujeres y hombres de Bangui, la capital. Hay una buena dosis de ficción, desde luego, pero está asentada sobre una base real, y eso le da mucha más intensidad al libro», concluye.
Erotismo
Amanda Seibiel, gallega afincada en Alicante, ha publicado la novela romántica Lo que quiero lo consigo (Terra Ignota Ediciones). Seibiel cuenta con una fuerte comunidad de fans en Facebook (con más de 70.000 seguidores) que respaldan enormemente sus publicaciones, lo que es sin duda un hándicap de cara a las ventas.
«Antes no había tantos medios ni oportunidades a nuestro alcance, como pueden ser las redes sociales que nos puede ayudar, si se usan bien, a darnos a conocer y a establecer lazos con nuestros lectores. Esto creo que es fundamental y que puede ser un elemento diferenciador. Aparte de eso, lo único que he hecho yo es creer en mí misma y no ponerme límites», afirma Seibiel, quien afirma que, tras publicar Lo que quiero lo consigo, «en un mes estaba en el número uno de los más vendidos de El Corte Inglés. Me dio una taquicardia cuando vi el ranking».
Seibiel también discrepa respecto a los públicos objetivo, puesto que no siempre van dirigidos a mujeres: «de hecho, me consta que tengo muchísimos lectores masculinos, solo que ellos no son tan abiertos a la hora de mostrarse en las redes sociales. Pero sí lo hacen en privado y también lo sé por la solicitud de capítulos gratuitos demandados», señala.
