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Puntadas con hilo

Lo que callan las paredes

Desde pintores de reconocido prestigio pasando por vedettes, políticos, cantantes y actores se han hospedado en la casa de Pedro Picazo, su hotel. Pero no todos están en su valioso libro de firmas

Lo que callan las paredes

«Nena, ¿qué quieres? ¿Champán francés?», el tono como si me ofreciera un zumo de naranja. «Agua fresca», le contesto. Ahí está él, con su pañuelo estampado de seda italiana que se compró en rebajas por 200 euros, su Rolex, de oro y acero, y una sortija con un diamante de 5 quilates. Vamos, del tamaño de los garbanzos del potaje de mi abuela. Todo él es un personaje y su entorno, Les Monges Palace, es el marco perfecto para cualquier tragicomedia.

Presume de ser de Albacete, pero se siente alicantino. Aunque, más bien es ciudadano del mundo entero, que se ha recorrido a falta de Australia y Vietnam dos de los destinos que tiene pendiente. Es un personaje peculiar de la sociedad alicantina que no puede faltar en cualquier fiesta que se precie y su edad una incógnita, pero dice que «está más cerca del arpa que de la guitarra». Con 14 años empezó a trabajar en el Meliá, pasó por todos los departamentos y llegó a ser el primer conserje de ese hotel. Aunque «mi sueño era tener lo que tengo, pero de mayor quiero ser azafata de vuelo», mientras lo dice hace los gestos propios y ríe desorbitadamente, cuando lo hace seguro que las monjas, sus vecinas, también. Contagia sí o sí. Éstas, desde sus ventanas de clausura del Convento de las Monjas de la Sangre, ven el cartel que hay en su fachada lateral: «¿Sabías que mear en la calle te puede costar entre 100-751 euros?». Y es que «Alicante está sucio, fatal. Llevo 35 años aguantando en el barrio con un par de pelotas». La relación con las monjas es tan buena que estas le regalaron una bañera de 1900 de mármol macael, «la tenían arrumbada en el gallinero, es una joya, ellas no la usaban. Ahora, yo, también, me porto muy bien con ellas».

Por su casa, Hotel Les Monges, han pasado muchos rostros populares, tanto del mundo del cine, teatro, televisión como políticos de primera línea. Por ello, guarda como oro en paño un libro de firmas en el que hay fotografías y esbozos de pintores ilustres como Luis Gordillo o del director de cine Akira Kurosawa, que comparten papel con otros muchos. Pero, de las más asiduas Norma Duval, a pesar de tener casa en Alfaz del Pi. La vedette ha estado en los últimos tiempos en varias ocasiones con su novio, el millonario Mathias Kühn. De he hecho el último en hospedarse fue su hijo mayor, antes de verano. Pero, muchos no firman en ese libro. «¡Yo soy muy discreto!. Pero, ¡si los techos, las paredes y los cuadros hablaran! Otro gallo cantaría», vuelve a reír a carcajadas, mientras se acomoda en la bañera para la foto.

«Soy de izquierdas y normal, porque a mí las mujeres no me gustan». Entre sus amistades hay de todo, políticos, artistas, gente de a pie... Pero, sorprende por su carácter liberal su amistad con los curas. Es muy amigo de Antonio Vivo, sacerdote y Rector de la Basílica de Santa María. Tanto, que incluso «ha venido unos días a mi casa en Oviedo de vacaciones y fuimos de compras. Necesitaba un esquijama y se compró uno de Calvin Klein», comenta asegurando que hizo de asesor de imagen. Lo cierto es que si muchos se dejaran asesorar por Pedro, las calles de Alicante seguirían teniendo la misma basura pero mucho más color y alegría.

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