Adán Aliaga volverá pronto a Nueva York para rodar allí por tercera vez. Después de ambientar en la Gran Manzana los cortos The Walker y The Fourth Kingdom, el cineasta alicantino iniciará el rodaje de su nuevo largometraje en septiembre en Manhattan para finalizar en octubre en otra isla, Tabarca, durante tres semanas más.

Dos escenarios opuestos y contradictorios para llevar a cabo Fishbone (Espinas), la séptima película que dirige Aliaga, escrita por él y Laura Calavia, que cuenta la historia de Jan, «la última niña nacida en Tabarca, una joven chef que trabaja en Nueva York, que vuelve a la isla tras la muerte de su padre y se reencuentra con sus orígenes, descubre otra isla», explica el director sobre este proyecto que empezó a gestarse hace tres años.

«Es un proyecto que queríamos rodar hace tiempo en Tabarca, que es una isla especial donde se han rodado muchas películas pero queríamos vivir la magia de la isla. La película es una historia de ficción, con toques de realismo mágico, pero no queremos que parezca un anuncio publicitario», indica el cineasta de San Vicente del Raspeig, que aclara que Tabarca es «protagonista» pero en realidad sirve de «excusa» para contar «algo más poderoso sobre la fuerza de las raíces, del poder del arraigo, ya que entre los habitantes de la isla se establece esa relación tan especial con la tierra».

El reparto lo encabezan los actores alicantinos Saida Benzal (Orson West, Lo contrario al amor, Águila Roja, El internado) y Alejandro Tous ( Carne Cruda, Hable con ella, Olmos y Robles, Yo soy Bea), que se completa con Morgan Blasco, Manuel de Blas e Isa Feliu, además de la participación de los tabarquinos escogidos en el castin.

La película se rodará en su versión original en castellano, valenciano e inglés, «las últimas las hemos hecho así porque es la realidad que nos encontramos», apunta Aliaga, que considera que Fishbone es su película «con más vocación comercial pero sin perder el sello de autor».

Aliaga, autor entre otras películas de El arca de Noé, La mujer del eternauta, Estigmas o La casa de mi abuela, creó hace diez años su propia productora con Miguel Molina, Jaibo Films, y a veces es difícil seguirle la pista por la cantidad de proyectos, propios y ajenos, que lleva entre manos, «pero si queremos crear una industria aquí tenemos que fabricar nuestros proyectos», asegura.

Fishbone es, junto a Estigmas, la película con mayor presupuesto que afronta -más de 1,5 millones de euros- y que produce con la AIE valenciana Fishbone Movie y las productoras Kinatro y La Dalia Films, además de la distribuidora Festival Films.

El proyecto cuenta con 350.000 euros de ayuda a la producción de la Generalitat Valenciana y la televisión valenciana Àpunt ha comprado los derechos de la película. También cuenta con colaboración del Ayuntamiento de Alicante, la Diputación y la Film Office de Alicante.

Miguel Molina señala que Jaibo Films, que ha respaldado películas de David Valero, Ben Fernández o Javier Gomis, ha realizado en 2017 cinco proyectos y tiene en marcha otros cinco. «Hacer cine en Alicante sin el apoyo de una televisión y sin capacidad de financiación grande nos obliga a diversificar y llevar trabajos a varias velocidades. Tenemos vocación de descubrir nuevos talentos y recibimos muchos proyectos interesantes continuamente», afirma.