El novillero Jorge Rico salió ayer a hombros de la plaza de su tierra, Alicante, después de cortar dos orejas, una a cada utrero de su lote, en un festejo, en honor a la Virgen de los Remedios, en el que los otros dos actuantes, Ángel Sánchez y Carlos Ochoa, obtuvieron un apéndice cada uno.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis novillos de Los Galos, discretos de presentación y de dispar comportamiento. Los mejores, segundo, tercero y sexto.

Ángel Sánchez, ovación y oreja.

Carlos Ochoa, oreja tras aviso y vuelta al ruedo.

Jorge Rico, oreja y oreja.

La plaza registró un cuarto de entrada en los tendidos.

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PROMESA ALICANTINA

Volvía Ángel Sánchez a los ruedos después de la cornada sufrida en Valencia hace quince días, y lo hizo con un novillo, el primero, noble y flojo a partes iguales con el que no pudo pasar de los detalles. El cuarto tampoco fue el mejor compañero de viaje, un novillo áspero y difícil al que se impuso Sánchez a base de arrojo y amor propio. Buena estocada y una oreja para él.

Carlos Ochoa causó sensación en su primero, con el que no se guardó nada. Apostó fuerte el madrileño que demostró que sabe torear, y muy bien, sobre ambas manos. Cortó una oreja. En el quinto, en cambio, anduvo más intermitente Ochoa, que tampoco anduvo acertado con el acero, de ahí que se cerrara la Puerta Grande, conformándose con una vuelta al ruedo sin trofeo.

El local Jorge Rico rayó a buen nivel con un tercero noble y bueno al que cuajó una faena sólida y de buena firma por los dos pitones. Gran estocada final y oreja de ley para él. Y otro estoconazo le puso en sus manos la oreja que le hacía falta del sexto para la salida a hombros después de una faena muy dispuesta y entregada del joven novillero de Petrer.