Fue profesor de Pablo Picasso, recorrió y plasmó en su obra distintos países del Mediterraneo, estuvo al frente de la Cátedra de Paisaje de la Academia de San Fernando de Madrid y recibió la Medalla de Honor de la Exposición Nacional de 1910. Antonio Muñoz Degrain (València, 1840-Málaga, 1924) llega al Mubag de Alicante y se queda hasta el 24 de junio de 2018, y lo hace a través de cinco de sus paisajes, seleccionados entre las 52 obras que de este autor tiene el Museo de Bellas Artes de València.

La renovación del paisaje en Muñoz Degrain es el título de esta muestra, realizada, montada y comisariada desde el museo alicantino, que ocupa el espacio Reconocimiento Internacional por el que ya han pasado artistas como Benlliure o Sorolla. Las cinco obras de este artista, uno de los renovadores de la tradición del paisaje español, incluyen escenas del Líbano, Venecia o Sierra Nevada, pero también de mundos oníricos, como Castillo feudal, un pieza de gran tamaño, que se exhibe de forma original y única.

El director del Museo de Bellas Artes de València, José Ignacio Casar, acudió ayer a la presentación de esta exposición, junto a la directora del Mubag, Joserre Pérezgil, y el diputado de Cultura, César Augusto Ausencio. Casar destacó «la satisfacción» que supone para el Museo de Bellas Artes de València «ver la selección de la obra de Muñoz Degrain en Alicante y también es importante hacerlo como un deber, porque hay una voluntad clara de trabajo entre los tres principales museos de bellas artes de la Comunidad de trabajar y buscar sinergias conjuntas».

El diputado destacó que es un pintor «muy acreditado, objeto de diferentes distinciones, un gran paisajista que no renuncia a espacios urbanos».

Por su parte, Joserre Pérezgil incidió en el «tratamiento especial» y el diseño «muy concreto» para destacar estas obras.