Las obras de José Martínez Ruiz, más conocido como Azorín, han sido distribuidas en 54 países de todo el mundo, como China, Japón o Estados Unidos, y su obra La ruta de don Quijote se ha convertido en la obra más traducida de toda su producción, cuando se conmemoran 50 años de su muerte.

«Un largo viaje para un hombre reflexivo puede ser de más provecho que la lectura de cien libros», escribió Azorín en 1909 para el Diario de Barcelona. Lo que nunca imaginaría el escritor de la alicantina población de Monóvar (1873-1967) es que sus obras recorrerían medio mundo y se editarían en 54 países distintos.

Uno de los mayores estudiosos en este escritor de la Generación del 98 y director del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert de Alicante, José Ferrándiz Lozano, afirma que la literatura de Azorín continúa siendo «frecuentada y tomada como referencia», y esto «es un indicativo de que existe un cultivo de lectores, quizá no masivo, pero que confirma que su literatura sigue presente».

Ferrándiz explica que no es un autor mediático, y es quizá por ello que no sea conocido a nivel popular, aunque «al mundo de los clásicos no se accede popularmente».

La conmemoración del medio siglo de su muerte y la declaración del año 2017 como año Azorín ha provocado un mayor interés por su obra y ha ayudado a recordar a una de las figuras literarias más importantes de la Comunitat Valenciana. El director de su Casa Museo, José Payá, afirma que su obra más editada es Castilla y que actualmente «se están traduciendo al francés y al italiano obras consideradas novelas menores, como La isla sin aurora, lo que le está dando una dimensión más innovadora».

La Diputación de Alicante, la Generalitat Valenciana y otras instituciones han reeditado recientemente El político, una obra que el literato escribió desde su Monóvar natal y de la cual ya se han distribuido 3.000 ejemplares.

También, desde la Generalitat, se han editado 1.000 ejemplares, tanto en valenciano como en castellano, de un cómic que ilustra los cuentos de Azorín y que se presentará al público en los próximos meses. Tras el verano, el Instituto de Cultura Juan Gil-Albert de Alicante, dependiente de la Diputación, dedicará un ejemplar de su revista Canelobre al periodista bajo el título Azorín: clásico y moderno y se presentará una reedición de La ruta de don Quijote.

Su Casa Museo, que llega a gente de todas las nacionalidades, alberga 18.000 volúmenes, 8.500 estudios críticos, 3.000 cartas y 6.000 artículos periodísticos del autor, entre otros documentos personales, lo que la convierte en un centro de documentación.

La Casa Museo y el legado del escritor pertenecen desde 1979 a la Fundación Caja de Ahorros del Mediterráneo, que trabaja para divulgar y enriquecer la figura del escritor, así como en promover la traducción y edición de sus publicaciones.