Luz morada, la batería marcando el tiempo y una luz azul que iba descubriendo a los músicos que esperaban repartidos entre los tres pisos que lucía ayer el escenario de la Plaza de Toros de Alicante. Plaza de Toros de Alicante. Uno tras otro, los cantantes iban saliendo para completar un conjunto de lujo que poco tardó en llegar al I was born to love you. I was born to love youLos instrumentos de cuerda, al arranque eclipsados por la banda de rock, despertaron con una intro a partir del tercer tema. Eran las diez y media y alrededor de mil quinientas personas esperaban el arranque de Symphonic Rhapsody of Queen.

Era el único concierto que ofrecían en la Comunidad Valenciana, y no lo iban a hacer de cualquier forma. Patti Ruso, Mats Levén, Thomas Vikström, Tommy Heart, Danny Vaughn, Nick Workman y la soprano Graciela Armendariz, todos ellos reconocidos cantantes con una larga trayectoria, entonaron los temas de la banda inglesa liderada por Freddie Mercury. Aunque anoche fue la One World Symphonic Orchestra quien se encargó de llevar la batuta a medias con una potente banda de rock.

Desde la organización, momentos antes del encuentro, decían esperar con una «tremenda ilusión» al público asistente: «Hace un calor terrible pero nos pueden las ganas de que llegue el concierto para disfrutar con vosotros y haceros vibrar una vez más», publicaban en sus redes sociales.

Habiendo actuado en Málaga y esperando a Murcia con ganas, Symphonic Rhapsody of Queen pisó la Plaza de toros ayer dentro de una gira de tres conciertos que ha apostado por la grandeza y los espacios abiertos. Juan Francisco Senabre, artífice de Moon World, la productora alicantina que se encarga de este show, se mostró muy satisfecho por la acogida que dio la ciudad al espectáculo. De las seis giras que llevan a sus espaldas, el productor aseguró que estos tres conciertos «son los más poderosos». «Esta es la más potente, contundente, participativa y donde más se interactúa con el público de todas las que hemos hecho. Hay un elenco de artistas muy poderoso y es una bestialidad verles actuar juntos. Es un tour muy caliente: la gente se emociona y se sorprende», afirmó Senabre.

Manolo Salido, saxofonista alicantino que forma parte de este espectáculo, anoche no pudo pisar la tarima por cuestiones de salud. Aun así, no guardó ni un ápice de admiración por lo que corre por sus venas desde joven: la música. «Hay siete cantantes y es imposible saber decir cuál es el mejor de todos. Sale uno y te sorprende, sale otro y te vuelve a sorprender», explicó Salido, que destacó también la presencia orquestal: «Está todo muy camuflado, cuando aparece la orquesta no te lo esperas y se te ponen los pelos de punta. El montaje es espectacular y la selección más de lo mismo: musicazos y profesionales muy grandes con una experiencia brutal».