En 1975, Gordon Matta-Clark cortó por la mitad una casa abandonada en el Love Canal de New Jersey. El inmueble se iba a demoler en unos días y al artista, en un acto improvisado, se le ocurrió esta acción. «Estas ideas es muy raro que surjan en el contexto de grandes instituciones o macroexposiciones, las mejores y decisivas ideas ocurren en lugares sencillos». Este concepto de creación en un espacio decadentes o de futura destrucción es el que guía al artista alicantino Isidro Blasco en sus proyectos Interventions, en los que invita a una serie de creadores a imaginar, a desarrollar su arte, a destruir, a construir en una vivienda como un proceso creador inusual y único.

Afincado desde hace más de 20 años en Nueva York, para la cuarta edición de esta iniciativa (la primera fue en una casa de Filadelfia en 2012 y la segunda y la tercera, Nueva York) ha elegido sin embargo España, en concreto Sabiote (Jaén), un pequeño pueblo de 3.500 habitantes, donde su mujer, Sarah Jay, pasó un verano aprendiendo español. Allí compraron una casa el año pasado y antes de proceder a su reforma, el artista ha vuelto a invitar a una serie de artistas para que intervengan: Maite Camacho, Luis Amalia y Alicia Esmé, Jorge Galindo, Sofia Jack, Marta Jarabo, Catarina Leitao, Alicia Martín, Felicidad Moreno, Alfredo Morte, Fernando Quesada, MoneoBrock Studio, Tito y Tito Juan Pablo. «Hemos elegido a estos artistas por el potencial que hemos visto en sus trabajos y la curiosidad que despierta ver qué es lo que pueden hacer en este contexto».

Todos ellos comenzaron esta semana a trabajar en sus proyectos dentro de la casa, que pasan por construir pero también por destruir y transformar. «Los artistas son libres de hacer lo que quieran en la casa, sin límites. Pueden pegar, rascar las paredes, quitar y poner puertas, introducir elementos extraños, incluso romper tabiques y techos o abrir nuevos espacios», asegura el hijo del reconocido ceramista de Mutxamel ya fallecido Arcadi Blasco.

«Creemos en el poder del contexto simple y libre en el que pueden surgir las mejores ideas». Y ahí están. Hoy esta casa abrirá sus puertas al público de 19 a 23 horas y se podrá visitar hasta el domingo. «Siempre me han atraído estos lugares, casas, naves, donde ya hay una historia pegada a la superficie; los veo como lugares que nos invitan a hacer algo con ellos, a explorar y deducir qué pasó allí, quien vivió, cómo lo utilizaron o cómo hacían las cosas antes», destaca. «Y también se presentan como una oportunidad para manipularlos, para hacerlos nuestros y así poder volver a habitarlos».

El artista ha comprobado con estas iniciativas que «en estos lugares de transición, que ya tienen historia, pueden surgir ideas geniales». Como ejemplo, Jorge Galindo ha empapelado dos paredes de una habitación, dejando unos «rotos» que muestran los muros originales; Tito Juan Pablo ha creado un muro de barro; y Felicidad Moreno ha trabajado en una serie de círculos en la pared. Esas solo algunas de las propuestas de estos creadores, «que han sido muy generosos».

Todas estas intervenciones dan otra dimensión a esa casa. Algunas obras se mantendrán en el futuro y otras desaparecerán por su carácter efímero. «La mayoría se van a quedar y vamos a convivir con ellas, mi intención es conservarlas, siempre respetando el espíritu que quiso darle el artista».

En el fondo, destaca Isidro Blasco, «es la eterna búsqueda de la identidad, averiguar quiénes somos a través de los espacios que habitamos».