Una prueba de ADN obtenida en un «lugar público» en Miami y sobre restos «de basura» atribuye en un 99 por ciento al cantante Julio Iglesias la paternidad de un valenciano de 40 años que lleva desde hace décadas tratando de que se le reconozca esta filiación.

El letrado Fernando Osuna, que representa al valenciano Javier Sánchez y que ha defendido otros casos muy parecidos como el del torero Manuel Díaz, que finalmente fue reconocido como hijo de El Cordobés, anunció ayer en Torrent (Valencia), que «inmediatamente» empezarán a preparar la demanda, a la que se adjuntará un dossier con esta prueba que defiende que se ha obtenido mediante un procedimiento «legal» y a través de un detective «bajo juramento».

Javier Sánchez fue reconocido en 1992 por un juzgado de València como hijo del cantante. Sin embargo, posteriormente la Audiencia provincial, en una sentencia ratificada por el Supremo, revocó esa declaración al entender que el hecho de que Julio Iglesias no se hubiera sometido a la prueba de paternidad no era motivo suficiente para declarar esa paternidad. Osuna defiende que con la prueba científica obtenida se puede volver a presentar una demanda acogiéndose al artículo 35 de la Constitución y a extensa jurisprudencia que determina que es importante averiguar la «verdad científica» y que esta prevalece sobre cualquier otro formalismo.