El artista visual alicantino Daniel G. Andújar celebró el viernes su particular noche de San Juan con la cremà de una de sus instalaciones pertenecientes a Los desastres de la guerra. Cabayo de Troya, que en la actualidad expone en la muestra de arte contemporáneo Documenta 14 de Kassel, Alemania.

Andújar había elaborado para la ocasión junto al artista fallero valenciano Manolo Martín una monumental pieza de cinco metros de altura al estilo de los años 30, con papel y madera, que recrea una escultura de estilo clásico y que él mismo define como un «anti-monumento», enmarcada dentro de su proyecto artístico Los desastres de la guerra con el que expresa su protesta visual contra la violencia. El de Almoradí es uno de los pocos españoles invitados a participar entre los 160 artistas de todo el mundo a este encuentro de arte contemporáneo, que este año ha contado con dos sedes -Atenas y Kassel- y él ha llevado su reflexión artística a ambos espacios, unidos bajo el lema Aprendamos de Atenas.

«Hemos querido sacar un elemento enclavado en la cultura popular y sacarlo de contexto de manera que todo el mundo pueda apreciarlo aunque no lo entienda», señaló el artista horas antes de quemar su falla, que contó con la ayuda de una pirotecnia alemana recomendada por Caballer.

Pero la del viernes en Kassel no fue una cremà cualquiera. El alicantino ofreció un espectáculo propio de las tierras valencianas ante los espectadores alemanes, con desfile de la instalación por el centro de la ciudad en el que participaron alrededor de 300 personas, música de dolçaina i tabalet y, finalmente, el rito del fuego purificador.

A las 20 horas, cuando cerró sus puertas la Neue Neue Galerie de Kassel donde se encuentra esta pieza, el público pudo acceder al desmontaje de la obra -que hasta entonces era una pieza de museo- y fue invitado a tocarla y a escribir sobre ella frases y deseos.

El conjunto se desmontó y fue trasladado en dos vehículos en un desfile por la ciudad hasta un parque ubicado en la zona universitaria, acompañados de dos grupos de dolçaina i tabalet y escoltados por agentes de policía y bomberos, señalaron desde el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana, que ha colaborado en la producción del proyecto.

El público pudo presenciar la instalación de la obra en el nuevo emplazamiento y antes de la cremà, hacia la medianoche, un actor leyó un texto de la historiadora del arte María Dolores Jiménez-Blanco en relación a la obra de G. Andújar y a su particular Caballo de Troya, en referencia al artilugio de madera creado por los griegos para entrar en la ciudad de Troya.

Según explicó García Andújar «aquí no hay tropas terrestres, ni combate, ni siquiera generales: es un proyecto de artista, armado con una serie de estrategias y autorizado para aprender de nuestros recuerdos». Como los griegos escondidos dentro del caballo de Troya, la propuesta artística de G. Andújar en Kassel cuenta, además, con diversos elementos formales, donde destacan 82 piezas en torno al concepto de guerra capitalista, la guerra económica (conquista, colonialismo, comercio, acumulación, corrupción política, abuso del poder).

Burning the canon (Quemando el canon) es el nombre de la fiesta del fuego celebrada ayer. Andújar diseñó estas esculturas mediante un software con el fin de producir una combinación aleatoria de tipos de cuerpos, ya que uno de los temas que cuestiona su arte es la idea del canon de belleza clásico y estético en un mundo cada vez más estandarizado. La cremà siguió el ritual del fuego en una noche que se recordará en Kassel.