Conocer los rasgos principales de la cultura maya, las bases para crear un robot, saber montar un espectáculo de danza o aprender a crear tus propios sellos con técnicas artesanales son algunas de las propuestas dirigidas a los más pequeños para el verano que emergen desde museos y centros culturales de Alicante o Elche. Además de los campus deportivos, cada vez proliferan más las actividades n núcleos urbanos y vinculadas a las artes plásticas y escénicas o la tecnología.

Uno de los programas más veteranos es el del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), que desde hace doce años ofrece programas para niños de 6 a 12 años. Mil pequeños pasan en verano por este museo y participan en sus actividades, enfocadas principalmente al conocimiento de la arqueología y del museo, y relacionadas específicamente con la exposición internacional instalada en ese momento, que, en este caso, se trata de la cultura maya. Las inscripciones se realizan por semanas, desde el 3 de julio al 25 de agosto, y la del MARQ es una de las alternativas más económicas: 35 euros por niño y semana.

Este verano se estrena con el público infantil el bar cultural The October Press, ubicado en pleno casco antiguo de Alicante, que ofrece una escuela de verano por las mañanas del 3 al 28 de julio para una franja orientativa de 6 a 15 años e incluso se abre a los padres. El precio por semana es de 73 euros, con rebajas para las siguientes.

«La idea es que no se aburran, con talleres para aprender a hacer cosas y no solo para tenerles entretenidos», señala David Gil, propietario del local, cuyo programa está centrado en las artes gráficas y las técnicas artesanales. Crear sellos, estampar serigrafías, realizar obras con cianotipia, diseñar marionetas o editar una revista o fanzine son algunas de las posibilidades. Además, los niños también hacen vida «de barrio» con actividades al aire libre en las plazas del Puente y Santa María y otras de lectura en la Biblioteca Azorín. El resultado se mostrará tras el verano en una exposición.

Al lado, el MACA lleva cinco veranos fomentando la creatividad y expresividad de los niños de 5 a 12 años a través de talleres de arte contemporáneo. Por 80 euros semanales, del 3 al 8 de julio los pequeños se convierten en artistas de vanguardia y conocen las técnicas y principios de las corrientes artísticas que alberga el museo. Los críos forman su propio movimiento artístico y crean sus obras .

También centrado en la creatividad se halla Oqubo en Elche, con clases de pintura, collage, fotografía, stop motion o improvisación a partir de 7 años (125 euros por semana) y juego libre con disciplinas artísticas a partir de 3 años (con adultos). «Procuramos hacer un trabajo más personal enfocado al desarrollo de la creatividad de cada uno; este no es un lugar donde aparcar a los niños», indica su responsable, Graziela Calfat.

Oqubo y Art Mustang comparten este verano el campus de robótica y tecnología para diferentes franjas entre 3 y 14 años. Desde el 26 de junio en Mustang y luego en Oqubo, los chavales aprenderán con Robotikids a programar videojuegos, construir robots o pilotar drones (139 euros por semana).

La compañía ilicitana OtraDanza lleva cuatro veranos con su campus -este es de tres semanas (250 euros)- y muchos repiten cada año. «Creamos algo diferente porque ellos tienen que montar una de nuestras obras. Se lo pasan bomba y muchos repiten cada verano», explica Asun Noales, que añade que pequeños de 6 a 12 años aprenden a montar una pieza, diseñan el vestuario, la escenografía y el baile.

La escuela Clau de Sol, en Sant Joan, también cuenta con un campus de danza y artes escénicas, que abarca el flamenco, el jazz el teatro musical o el canto del 26 de junio al 1 de julio. En este caso, el régimen es completo o de media pensión.