Los toros del ganadero Adolfo Martín ya están en los corrales de la Plaza de Toros de Alicante. Los «albaserradas» del primo del actual Victorino ya han ganado fama por méritos propios y constituyen, a día de hoy, uno de los grandes atractivos toristas de cuantas ferias protagonizan. Alicante no iba a ser menos, y por tercer año consecutivo los espectaculares cárdenos que pastan en tierras cacereñas derramarán su casta en el ruedo del coso de la Plaza de España.

Si en 2015 se lidió un encierro muy completo, el pasado año mostraron algo más su dureza. En las tres citas ha sido protagonista por diversas razones Manuel Escribano. Si en aquella cita un 9 de agosto abundaron los trofeos tanto para él como para Francisco José Palazón, el pasado 25 de junio se tiñó de sangre con el gravísimo percance que «Madroño» propinó al sevillano. Todo un detalle de torero volver a la misma plaza y con la misma ganadería. No puede acompañarle en esta tercera ocasión Francisco José Palazón, quien se recupera todavía del cáncer que le apartó desde aquella tarde hasta hoy mismo.

El petrerense ya ha puesto fecha a su vuelta a los ruedos: el 23 de julio en Campofrío (Huelva). El cartel con los «adolfos» en esta ocasión lo completan el murciano Rafael Rubio «Rafaelillo», experto en este encaste, y el francés Juan Bautista, uno de los toreros más importantes que ha dado el país vecino en las últimas décadas.

Alumnos brillantes

El preludio de la Feria de San Juan resultó de lo más entretenido en la tarde de ayer, en la que casi todos los chavales brindaron sus faenas a la memoria de Iván Fandiño. Con casi media plaza cubierta de público, cinco alumnos de la escuela de Alicante y una alumna de la de Albacete mostraron sus evoluciones ante erales nobles aunque flojos en general de Jandilla y Vegahermosa, entre los que destacaron el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo, el segundo y el sexto.

Muy voluntarioso abrió el festejo Cristian Expósito, que falló con los aceros. Alcolado Salort desorejó a su buen enemigo por una faena templada y variada. Buen detalle que ambos banderillearan al sexteto completo de erales con solvencia.

Juan José Fernández mostró buenos detalles ante el tercero, y la albaceteña Elena Serrano confeccionó una completa faena con capote y muleta a un buen eral ante el que siempre anduvo templada, muy acertada en las distancias y hasta con notable empaque, que le permitieron cortar las dos orejas y el rabo tras estocada eficiente.

Abraham Segura se llevó dos trofeos a cambio de su frescura y buen planteamiento ante el animal más flojo de la tarde, y cerró festejo Borja Escudero, que mostró unas formas finas y elegantes, por momentos de gran calidad, y un arrojo eficaz con la espada, que le depararon también el doble trofeo y la salida a hombros. Hay mucho por pulir, pero también mucha ilusión en estos noveles con todo el futuro por delante. El segundo turno de alumnos participará esta misma tarde, con entrada gratuita para los asistentes.

Muestrario de figuras

En la mañana de ayer la sombra alargada de Manuel Rodríguez Sánchez «Manolete» se hizo presente en el Club Taurino en las voces de Miguel Lizón, Vicente Castelló, Miguel Pérez Mejías y Pepe Villar. Hasta doce paseíllos realizó el «Monstruo» en el coso alicantino. El coloquio supuso un preludio de lujo al desfile de nombres de postín de la actualidad que se verá a partir del jueves.

«El Fandi», Alejandro Talavante y Cayetano realizarán el paseíllo ese día para lidiar astados de Núñez del Cuvillo. El viernes será el turno de Julián López «El Juli» por partida doble, ya que estoqueará astados de su propio hierro, El Freixo, acompañado por el lorquino Paco Ureña y el venezolano Roca Rey.

El sábado, festividad de San Juan, será el turno de Enrique Ponce, que obró de pregonero el pasado jueves, Jose Mari Manzanares en su único paseíllo ante sus vecinos y paisanos, y el madrileño Alberto López Simón.

Se cerrará la feria alicantina con la cita a caballo de los primos Andy y Ginés Cartagena, aquel en plena sazón y este en trance de presentarse ante su gente, acompañados por Manuel Manzanares.