La Historia Sagrada que estudió en el colegio fue para el escritor Eduardo Mendoza la primera fuente de «verdadera literatura» a la que tuvo acceso, unos recuerdos que recupera en Las barbas del profeta, obra que presentará el jueves, horas después de recibir el Premio Cervantes 2016, en Alcalá de Henares con la presencia de los Reyes.

Como muchos niños de la posguerra española, Mendoza estudió una asignatura denominada Historia Sagrada, resumen e ilustración de algunos pasajes de la Biblia que hicieron nacer en él la fascinación por la palabra escrita y por los mundos de ficción, además de enseñarle a distinguir entre lo real y lo imaginario, recuerda la editorial. «No exagero al afirmar que la Historia Sagrada que estudié en el colegio fue la primera fuente de verdadera literatura a la que me vi expuesto», señala el autor que utiliza sus recuerdos y en la certeza de que una sociedad se explica mejor si no se desvincula de sus mitos fundacionales.

Mendoza repasa algunos pasajes, como el de la serpiente que tienta a Eva, la expulsión de Adán y Eva del paraíso, la muerte de Caín a manos de Abel o el sacrificio de Isaa, así como episodios centrales del Nuevo Testamento. El autor reflexiona sobre los ángeles, sobre la creencia y la incredulidad o sobre la moral y la ética.