La próxima edición de la Feria del Libro de Alicante se celebrará del 29 de junio al 9 de julio y no en el mes de abril, como se venía haciendo desde 2013. Pero esta no será la única novedad en el encuentro con los libros, ya que la 47 edición prevé reunir en su comité organizador, de la mano del Ayuntamiento de Alicante, a las dos asociaciones del sector, hasta ahora enfrentadas (o cada una por su lado).

El concejal de Cultura, Daniel Simón, se ha reunido con ambas entidades -la Asociación de Empresarios Libreros y Papeleros de la Provincia de Alicante, por una parte, y el Gremio de Libreros Independientes de las Comarcas de Alicante, por otra- con el fin de que la organización sea conjunta para ampliar y dar cabida a librerías ausentes en este evento.

La Feria del Libro la organiza desde hace 14 años la Asociación de Empresarios Libreros y Papeleros, con unas 40 entidades asociadas que incluyen, entre otras, a grandes superficies como El Corte Inglés o la Casa del Libro y a papelerías en las que se venden libros; el pasado año se instalaron 26 casetas, y algunas de ellas son de instituciones como la Universidad de Alicante o la Diputación, y otras de libros de ocasión.

En los últimos años algunas de las librerías principales que no acudían a la feria se integraron en el Gremio de Libreros, creado en 2011 y formado por 18 establecimientos dedicados al libro, incluidos 80 Mundos, Ateneo o Ali i Truc. Integrar a estas librerías, o a otras nuevas, era uno de los propósitos del concejal de Cultura, Daniel Simón, que hace unos meses ya anunció que quería «reorientar» la feria para hacerla más atractiva.

«Habíamos detectado que había libreros que habían dejado de ir, que había mucho stand institucional y poca librería, además del cisma que había entre las asociaciones. Queremos trabajar todos en la misma dirección para reverdecer la feria y que librerías fundamentales de la provincia regresen», señala Simón, que en las próximas semanas prevén desarrollar un borrador para firmar un convenio de colaboración a tres bandas, algo que todas las partes ven con buenos ojos.

Con esta nueva propuesta, la feria «aumentará en diversidad y tendremos más oferta», ya que se ampliaría la cifra de librerías instaladas, con lo que se reducirá el coste de las casetas para los libreros, que rondaba los 500 euros. Además, el Ayuntamiento se implicaría en ella más de lo que hacía hasta ahora, que apenas daba 1.000 euros para su organización, mientras que la Diputación concedía 4.000 euros. La cifra aún está pendiente de concretar, aunque será mayor.

Vicente Pina, presidente del Gremio de Libreros Independientes de las Comarcas de Alicante, avanza que «ya hemos dicho al Ayuntamiento que cuente con nosotros como gremio en la feria», algo que no había sucedido hasta ahora. Pina, que regenta la librería Codex de Orihuela, añade que algunos libreros «a título personal habíamos ido algún año, pero el resultado no fue bueno y decidimos no estar más en ella», por lo que esta será una ocasión para hacerse visibles, ya que propondrán que las casetas asociadas lleven sus distintivos del gremio.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios Libreros y Papeleros, José Antonio López Vizcaíno, recuerda que «nunca hemos excluido a nadie y estamos abiertos a que entre más gente. Será bueno que se amplíe la feria con más casetas porque eso hará que también sea menos costoso para el librero».

López Vizcaíno indica que el temor de que la asociación que preside quedara al margen de la feria se ha disipado, «creo que las intenciones son buenas y vamos a ir todos por buen camino».

Ante el cambio en la futura organización de la feria, ya se avanzó que la fecha se desplazaría hasta después de las fiestas de Hogueras, algo que, según Daniel Simón, beneficia a la ciudad.

«Abril es la fecha tradicional de Sant Jordi en Barcelona y en ese momento los autores están allí», apunta, mientras que mayo es la época de la feria madrileña. La alicantina recupera así la fecha tradicional de principios de julio.