Algunos son habituales, otros se incorporan a esta lista. El caso es que son cinco candidaturas las que aglutinan artistas de la provincia para los Premios Max. La danza patria sobresale en el mundo de las artes escénicas fuera de nuestras fronteras y se planta con tres opciones a estos galardones.

Una, la de la alcoyana Sol Picó, Premio Nacional de Danza 2016 y con una decena ya de manzanas en su mochila, que opta al galardón a la mejor coreografía por Només són dones. Este montaje, en el que comparte escena con Míriam Iscla y Maika Makovski bajo la dirección de Carme Portaceli, opta también al Max al mejor espectáculo de teatro.

La ilicitana Asun Noales vuelve a colocar a su compañía OtraDanza entre las candidatas a mejor espectáculo de danza con Juana. Y doblemente, ya que el bailarín Sebastián Rowinsky opta también al de mejor intérprete masculino de danza. Noales ya fue seleccionada en el año 2015 por su espectáculo Da Capo.

Dos premios Max atesora ya el alicantino Juanjo Llorens por sus tareas de iluminación de escena. El primero fue en 2011 por La función por hacer, de Miguel del Arco, y el segundo en 2013 por De ratones y hombres, del mismo director. En esta edición figura en la lista de seleccionados por su trabajo en Hamlet, también dirigida por Del Arco, montaje favorito en esta edición de los Max.

El ilicitano José Torres Vicente, guitarrista y compositor, se cuela entre los candidatos que aspiran a alzarse con el Max a la mejor composición musical para espectáculo escénico, por su trabajo en La suite del reloj 2.0, realizado junto a Jasio Velasco Pinilla y Karo Jaakko Juhana Sampel.