El compositor alicantino Óscar Navarro acude invitado al corazón de Nueva York, a una de las salas de conciertos más emblemáticas y prestigiosas del mundo, el Carnegie Hall, donde sonará su pieza Downey Overture a la junto a la «Honors Symphony Orchestra» y «Honors Band» dirigidas por Sharon lavery y Ken Ozello. La obra (que se interpretará el próximo domingo 5 de febrero) simboliza la fusión de culturas de España y América, que son las que vivió él mismo cuando estudió y trabajó en Estados Unidos durante varios meses.

«Este concierto en un lugar tan emblemático como el Carnegie Hall es todo un honor. Es una sala emblema en Estados Unidos, uno de los escenarios más conocidos a nivel mundial, en el corazón de Nueva York y a muy poco de Central Park. Han pasado las mejores orquestas, los mejores directores... la reputación es enorme. Y estoy muy feliz de que mi música suene allí. Es sorpresa y felicidad», explica Navarro, natural de Novelda, quien acaba de regresar de una gira de conciertos por Canarias.

«Downey Overture es una fusión americano-latina con la que he querido poner un lazo de unión entre mi tierra natal, España, y California, tierra que tras mi paso por allí durante dos años ha dejado una huella imborrable en mi corazón. Una amalgama de ritmos y colores envueltos en un ambiente de danza son la esencia de esta overtura, alegre, enérgica y escrita con todo el entusiasmo y dedicación que se merece la 'Downey Symphony Orchestra'», apunta Navarro, quien agrega que Downey es una ciudad cercana a Los Ángeles, con la que está muy unido hasta el punto de dedicarle esta obra que ya ha recorrido distintos escenarios estadounidenses con muy buena aceptación.

Además de Nueva York, con el Carnegie Hall, Óscar Navarro y su música también han tenido presencia en el Lincoln Center, Los Ángeles, Cleveland y hasta la banda real de Bélgica grabó un disco con parte de su legado musical.

De esta forma, Navarro no cesa en su actividad cultural y ya anuncia un próximo estreno con la Orquesta Nacional de España en una pieza musical para trompa. Y, de igual modo, en la confección de bandas sonoras para cine, que es una de sus especialidades, Óscar Navarro ha cerrado un contrato para una película con producción estadounidense al tiempo que también estará en el nuevo proyecto del director alicantino Alfredo Navarro (ganador de un Goya por el documental Sueños de sal).

«Quizás la balanza está ahora más inclinada en lo sinfónico que en temas de cine, porque aquí los proyectos son la verdad más intermitentes. Pero el cine no es una cosa que tenga parada ni mucho menos», apunta.

Navarro, que cuenta con una trayectoria meteórica desde que iniciase sus estudios de música en la escuela de Steven Spielberg en Los Ángeles, finaliza ahora su paso por el festival internacional de bandas de Canarias, donde ha asistido como artista y director invitado.

«Está siendo una grandísima experiencia en un certamen internacional donde he podido ver que hay un nivel muy alto. Venir aquí es además un aliciente porque han confiado en mi música y en mi obra, por lo que estoy muy agradecido», concluye Navarro tras dos semanas de ensayos y conciertos acogidos con éxito por el público.