Después de la vista en el este de Londres, el cantante reveló a los numerosos periodistas congregados que está listo para grabar su próximo trabajo con la banda, en el que al parecer ha colaborado su prometida, la modelo Kate Moss.

Durante la audiencia, la juez de distrito Jane McIvor alabó los esfuerzos de Doherty para salir de su drogadicción, que quedan reflejados en el último informe médico.

"Tengo interés en presentar un informe negativo lo antes posible", aseguró el cantante, quien confesó que la gente de su entorno "ya han tenido suficiente" y le han dado el ultimátum de "las drogas o ellos".

"Muchas cosas han cambiado en la última semana", dijo enigmáticamente, en posible alusión al estrechamiento de su unión con Moss, de la que algunos periódicos han dicho que ya ha pedido a una amiga que le diseñe el vestido de novia.

La juez que revisa el progreso de su tratamiento reconoció que el cantante está "más que colaborando" para rehabilitarse, en lo que es un proceso "duro y nada fácil".

Doherty, que se presentó en los juzgados vestido con su característico traje negro y un sombrero, tocó unos acordes en su guitarra para los seguidores congregados, antes de marcharse en un su coche.

El cantante deberá volver a comparecer ante el tribunal londinense el 17 de octubre.