Antonyo Marest, de 29 años y afincado desde hace cuatro años en Madrid, es un artista urbano alicantino que ha pintado murales y expuesto su obra por ciudades como Londres, París, Berlín, Nueva York, Sao Paulo o Estambul. Ahora Marest mete el espray dentro de la Lonja del Pescado de Alicante, donde ha inaugurado su primera exposición, Esencia del Mediterráneo, tras la convocatoria pública lanzada por la Concejalía de Cultura para exponer en esta sala municipal.

Marest no nació junto al mar pero tiene casa en Alicante y necesita darse una vuelta por su tierra con cierta frecuencia «para ver el mar, estar con mis amigos... A veces no aprecias lo que tienes hasta que estás fuera, y Alicante es una ciudad barata, cómoda y con sol la mayor parte del año», explica para argumentar el título de la obra que expondrá hasta el próximo 28 de febrero.

«Todo hace referencia al mar Mediterráneo porque es lo que me inspira a mí para hacer cosas», apunta el artista, que añade que le gustaría que se viera «que Alicante no solo son fiestas populares, turismo y guiris» con esta exposición, en la que predomina el color azul a través de un abanico casi infinito de gamas, «era un reto que tenía, no usar más color que el azul, solo salpicado por algún blanco, dorado o negro».

Hasta 97 tonalidades distintas de azul ha empleado en una de sus mayores piezas, una composición de cien obras de 50 x 50 centímetros sobre madera, creadas una a una. Esta obra, titulada como la exposición, representa todo lo que tiene el Mediterráneo alrededor, según señala: «El rayo de sol de la mañana, las toallas, las palmeras, que Alicante es un punto de conexión del mediterráneo, las olas, el oxígeno...».

La muestra se compone de una treintena de obras que incluyen tres murales, una vidriera, tres esculturas, una instalación y el resto de obras pintadas sobre madera, todo ello con espray. «He perdido la cuenta de los botes que utilizo pero mi pedido mensual de espray suele ser de más de 2.000 euros», indica.

La obra de este artista está influida por la arquitectura, el postgrafiti y el diseño. Esta es la primera vez que introduce sus piezas en un museo y considera que así «puede atraer a otro tipo de público más joven, yo tengo amigos que no han pisado el MACA en su vida y quizás sea la primera vez que hay arte urbano aquí dentro», tras recordar que Alicante fue una de las primeras ciudades españolas donde empezó el grafiti.

No le importa que su pintura desaparezca cuando finalice la exposición porque «el arte efímero tiene esa gracia, pero la idea no cambia, sigue siendo un mural que tú exhibes. Aquí sabes que quien quiera verlo tiene que venir a propósito, y lo bueno de la calle es que te lo encuentras», explica.

Para llevar a cabo la muestra, Antonyo Marest ha contado con la ayuda de sus amigos Fra, Manon, Alex, David, Dani, Pablo, Ángela, Mario y Dani R, así como con la colaboración de marcas como Long Days, Trensplant o Montana Colors, entre otras. La inauguración estuvo amenizada por Suri Kato.