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Fabrication of (non)sense

Este es el título de la nueva propuesta artística que podemos ver en el ciclo Arte en la Casa Bardín. Exposición que se materializa en unas polaroids, unas pizarras con el desarrollo de unas fórmulas matemáticas complejas, ilegibles para el no experto en matemáticas, y un video que reproduce la acción repetida de este ejercicio de escritura en la pizarra. Elementos que artistas como Joseph Beuys, Bruce Nauman impusieron con genialidad en el espacio de la instalación artística. Y que en esta exposición, con otros principios conceptuales y formales, quieren mostrar la simetría entre ciencia y arte, hablar de la verdad científica, de la verdad en el arte, de las estrategias de ficción, del proceso creativo, del proceso de descubrimiento de la verdad, del hecho cognitivo? y de su mentira, del engaño, de las estrategias de confusión, en ambas prácticas. Teniendo en cuenta que la realidad no existe, que este es un concepto que filosóficamente está por definir, ni filósofos ni científicos han llegado a un acuerdo, como tampoco se ha llegado a una conclusión sobre la definición de arte, la empresa se perfila difusa o excesiva para el entendimiento del público. El arte jamás ha podido representar la realidad con éxito, ni siquiera la fotografía, su imagen depende de la luz, de la velocidad, pero qué imagen es la real entre la infinidad de variantes. Algo adquiere entidad real cuando se puede contrastar empíricamente, pero qué se puede contrastar empíricamente. El arte es una mentira continua en busca de la verdad, y nada más real que eso.

El que esta propuesta parta de la ironía que propicia la lectura del arte o de la ciencia como un engaño al público, es una postura que ha existido siempre. Pero que un matemático se ponga hacer una disquisición sobre la verdad o falsedad de las fórmulas matemáticas, solo lo va a ver un matemático con el mismo conocimiento que él, que esté investigando en el mismo campo acotado y específico, desde luego el público no va a descubrir el engaño. Algo similar a lo que pasa en el arte, incomprensible para el ojo no formado. La exposición trata de mostrar la falsedad de este juego de teorías, de lenguajes, de perspectivas que se superponen para analizar unos hechos, unas obras, un pensamiento, unos sistemas en cualquier orden de la vida, de la ¿realidad? Con el relativismo se llega a que todo se puede juzgar, analizar, cuestionar, incluso es necesario contraponer, por norma, dos teorías contrarias, en ese campo de la especulación. Esto puede derivar en un juego que no lleva a ninguna parte. El arte también es un juego, pero es un juego muy serio, trata de las sensaciones del ser humano ante la vida, ante la muerte, ante el destino y la trascendencia de su pensamiento.

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