Javier Ballesteros ha presentado su dimisión como director del Festival de Cine de Sant Joan, certamen que ha capitaneado durante los últimos cinco años y que este año ha cumplido 16 ediciones.

Ballesteros ha justificado su marcha ante la falta de apoyo municipal por parte del actual equipo de gobierno -el cuatripartito dirigido por el alcalde socialista Jaime Albero- así c0mo del anterior, del PP, hacia el festival: «Lo dejo por dignidad profesional, hastiado, frustrado y profundamente decepcionado por la política municipal», señala.

«He estado cinco años dirigiendo un festival que ha pasado por todos los colores políticos y solo he oído promesas y recibido palmaditas en la espalda para que crezca, pero eso no puede hacerse con un presupuesto de festival amateur», ha explicado a este diario Ballesteros, que recuerda que en cinco años no ha crecido su presupuesto de 10.000 euros, de los que 6.000 los aporta la Diputación, 2.000 la Generalitat a través de CulturArts y el resto para pagar dietas de la organización y gastos de alojamiento, al Ayuntamiento de Sant Joan, además de que el equipo organizador de cuatro personas lo hace desde la colaboración, ya que ninguno es personal contratado «y yo no me puedo dedicar profesionalmente al festival para que crezca, buscar patrocinadores, etc.», indica.

Se da la circunstancia de que este año el Festival de Cine de Sant Joan ha sido incorporado por la Academia de Cine como festival colaborador, por lo que sus cortos ganadores son preseleccionados directamente para optar a los Premios Goya -al igual que los festivales de Elche, Alicante y Alfaz del Pi-, una circunstancia que reconoce la calidad de los trabajos que premia, de la que solo puede presumir una treintena de festivales del país.

Dedicado al cortometraje, el Festival de Cine de Sant Joan es uno de los más populares entre los cineastas, ya que este año recibió más de 700 propuestas a concurso. Además, este año también había sido distinguido con el sello de calidad de la Asociación de la Industria del Cortometraje.

«Ahora que estábamos entre los 30 mejores festivales de España, más me duele dejarlo, pero no se puede profesionalizar un festival sin más ayuda y apoyo del pueblo de Sant Joan, de sus representantes políticos», apunta el exdirector, que solo excluye de la «dejadez absoluta» municipal a la concejal de Cultura, Clara Rodríguez.

A juicio del exdirector del certamen, el alcalde no se da cuenta de que «este festival existe fuera de Sant Joan, importa y se conoce» pero a cambio solo hay «promesas que no se cumplen nunca».

Ballesteros continuará al frente de la Filmoteca de Sant Joan, que él mismo fundó.