Quinto libro ya sobre Los caminantes. ¿Tiene miedo a que se convierta en un trabajo rutinario o sigue encontrando la chispa, lo excitante al explorar el universo apocalíptico que ha creado?

A mí me gusta escribir de zombis, es divertido, y es muy gratificante ver las ganas de los lectores. Las ganas lo son todo; son contagiosas para empezar, así que eso hace que todo se revitalice y encuentre motivación. Aún así voy intercalando títulos. Así, volver con los zombis y los viejos personajes tenga un cálido sabor de reencuentro que considero que los seguidores perciben. No sé quién podría escribir sin ganas; escribir requiere demasiado tiempo y dedicación.

¿Ya tiene en la mente el final definitivo de Los caminantes, está trazado el destino de estos personajes o está creando en marcha, improvisando?

A estas alturas algo sé, claro, pero en mi cabeza los posibles finales bailan y cambian cada poco tiempo. Quién sabe... El curso de los acontecimientos se asentarán cuando escriba la sexta parte. Tengo planes para cerrar la segunda trilogía ahí, pero ya terminé con la saga en el pasado y volví a abrirla, así que ignoro qué ocurrirá realmente. ¡Todo es posible!

¿Tiene techo lo zombi?

Hay tanto hueco para escribir sobre zombis y sobre todo, sobre el drama que rodea a los zombis. Mira The Road, por ejemplo. Es la perfecta película de zombis sin zombis, pero la fórmula está ahí, es un digno hijo de ella. Aparecerán más cosas, y aparecerán cosas nuevas que vendrán inspiradas por las situaciones de encierro y acecho que han asentado los zombis; alguien lo hará y, probablemente, no nos demos ni cuenta.

¿Cómo era el Sisí que escribió la primera entrega de Los caminantes y cómo es el que acaba de lanzar la quinta?

Cielos, creo que he envejecido, ¡crecido! No, en serio. Estos años de experiencia viajando, hablando con gente, conociendo, llevándote alegrías y disgustos, realmente me han aportado muchísimas cosas. Sobre todo, la experiencia de escribir Alma fue una suerte de boom mental que me hizo replantearme el mundo, las relaciones, y nuestro espacio dentro del marco global de la existencia. Escribir esas reflexiones diarias en Facebook también es un ejercicio de introspección alucinante.

Si nos fiamos de su carrera hasta la fecha, ahora, tras la quinta entrega, tocaría un nuevo cambio, un nuevo volantazo... ¿En qué trabaja ahora mismo?

¡Oh, es algo nuevo, de hecho! Hasta he cambiado mi estilo, es otra voz, otra forma, y debo decir que es muy gratificante. Estoy disfrutando muchísimo porque es como volver a jugar. Escribes una frase, la miras, cambias los viejos modos y costumbres, le das la vuelta, lo conviertes en algo nuevo.

En 2011 me dijo: «Mis libros son palomiteros y estoy contento con eso». ¿Sigue siendo así o ahora es más ambicioso?

No, no, esa premisa sigue existiendo, por supuesto. Me gusta escribir libros que la gente disfruta. Obviamente, algunos tienen más mensaje que otros, como Alma, pero sigo buscando proporcionar ratos de disfrute. ¿Qué más puedes pedir que alguien acabe un libro tuyo y diga: «Qué bien me lo he pasado».