Dice Mendicutti que lo que caracteriza la poesía de Luis García Montero no es que se comprende sino que comprende al lector. Ese matiz que invierte la relación entre poema y consumidor de versos conlleva como proceso previo que el poeta mire siempre al otro lado del folio y se ponga enfrente, en el lugar del otro. Y eso lo ha hecho tanto en la lírica como en la vida. El alicantino Charlie Arnaiz fue tocado y herido por su poesía cuando estudiaba Filología Hispánica en la UA, y conoció la obra de García Montero en un curso en Granada.

Eso fue en 1997. Entonces no sabía que ese descubrimiento le iba a abrir las puertas de otro mundo desconocido, el del cine documental. Hace algo más de dos años se propuso rodar una película sobre la vida y obra del poeta, y de tanto quererlo firmó Aunque tú no lo sepas junto a Alberto Ortega, y se sumaron TVE y Canal Sur. Estreno en el Festival de Málaga, premio Imagenera del Centro Andaluz de las Letras en Sevilla, que recogen el 11 de noviembre, Festival de Lima y el de la Plata, y otra decena de citas cinéfilas. Y mañana se proyecta en la Sede Ciudad de la UA en Alicante, a las 20 horas, dentro del ciclo Palabras, espacio y tiempo en la experiencia de la ciudad, coordinado por José Ramón Navarro Vera.

«Monté una productora como hobby hace tres años y fue creciendo», asegura Arnaiz para quien García Montero está en sus altares poéticos. «Al principo nos encontramos muchas trabas porque se extrañaban cuando decíamos que queríamos hacer una película sobre un poeta vivo, cosa que nos sorprendió porque precisamente por estar vivo era posible meterse con una cámara en su proceso creativo, en la relación con su mujer, la escritora Almudena Grandes, con sus amigos...».

Huyendo de lo académico y con el afán de acercar sus versos, sobre todo, a quienes no le conocen, este documental, que lleva el título de los versos que Quique González trasladó a canción y Enrique Urquijo puso voz, habla de poesía y también de todas las vidas de este poeta. Las que comparte con figuras como Joaquín Sabina, Benjamín Prado, Estrella Morente, Miguel Ríos... «y eso es un valor añadido», afirma Arnaiz. De esa manera, «conocemos todas las facetas que tiene Luis que también es profesor de universidad que ha estado metido en política, un activista social y un novelista».

Si se tiene que quedar con algo lo tiene claro. «Ha cambiado mi vida, primero porque me descubrió la poesía y a muchos poetas, que es lo que trato de hacer yo con la gente, y luego él mismo porque me ha descubierto un oficio». Además, «cuando empecé tenía miedo porque cuando conoces a alguien a quien admiras te puede decepcionar, pero con Luis ha sido todo lo contrario, se ha convertido en mi amigo y me he dado cuenta de que hacen falta más personas como él».