¿Qué es Punto(s) Singulare(s)?
Es el proyecto que hice en 1989 en el Castillo de Santa Bárbara de Alicante para un concierto de José Iges, dentro del Festival de Música Contemporánea, que ha desaparecido lamentablemente. Ha sido la instalación más efímera que he hecho en mi vida. El nombre de Punto singular fue porque del choque de energías surgen sitios singulares y tanto Jose cono yo tomamos el castillo como un sitio absolutamente singular. Después yo me había quedado con la espina de presentar los dibujos que había hecho para ese proyecto. Así que cuando Begoña y yo hablamos de esta exposición pensé que era el momento, añadiendo algunas piezas que conectasen aquel tiempo con la actualidad. Así que se pueden ver todos los dibujos y un vídeo que yo he creado específicamente para esta exposición.
Enfrentarse a un trabajo pasado para un artista supone echar la vista atrás y ver cómo ha evolucionado su trayectoria.
Sí y pienso que ha resistido muy bien en el tiempo y me siento absolutamente identificada, si ahora lo volviera a hacer no modificaría nada. Fue una oportunidad única porque el castillo es único. Sería muy interesante que invitaran a artistas a hacer una lectura creativa en diálogo con determinados lugares. Eso es frecuente en otros países porque el patrimonio histórico no queda anquilosado en el tiempo sino que se revitaliza y se crea un patrimonio contemporáneo, que es patrimonio para el futuro.
¿Por qué el tiempo y el espacio casi como obsesión?
Sí sí, obsesión. Es así. El espacio porque una de las cosas que más me ha interesado es vivir el espacio y relacionarme con él; para mí es como respirar. Y el concepto de tiempo porque no podemos salir de él. A mí me obsesiona la idea de que el tiempo es un vector que va hacia adelante, que no se para y que ese momento es único y transcurre.
Está considerada una artista conceptual e intermedia. ¿En qué lugar han puesto el arte las nuevas tecnologías?
Las nuevas tecnologías son herramientas que uno puede utilizar y que a mí me interesa utilizar. Si en un momento histórico la tecnología era el óleo, eso ha cambiado con el uso de la grabadora, de la película, del ordenador... y eso permite abrir la creación. Pero es un soporte, esos medios no hacen bueno a un artista.
¿Hay algún límite en el arte?
Yo creo que no. Además, los artistas estamos para transgredir los límites, no podemos permitir límites en el pensamiento en general. Un científico crea y lanza sus hipótesis y las plantea igual que los artistas. La ventaja es que nosotros no tenemos que demostrar esas hipótesis.
Vivimos un momento en el que las barreras artísticas se hacen endebles y todo está interconectado: arte, poesía, imagen, música. Pero eso usted lo lleva haciendo ya muchos años.
El artista tiene que buscar su camino. Un pintor puede seguir innovando en la historia del arte, pero es que ahora hay una eclosión porque las tecnologías están al alcance de todos. Los artistas crean arte a partir del mundo en que viven y eliminar esas barreras hace crecer el arte. Pero en la enseñanza no se trabaja este campo. Las enseñanzas artísticas están muy relegadas. Y eso es un error porque la creatividad está en todas las disciplinas. Un científico también hace falta que sea creativo. No solo hay que enseñar a los niños técnicas para manejar un ordenador sino que hay que enseñar creatividad para poder manejar ese ordenador y no ser víctima de unos juegos que les están vendiendo.
¿Nos queda mucho para estar a la altura de Europa?
Desde luego no tiene nada que ver... Aquí es una lacra y no se dan cuenta de que hay que formar a individuos creativos para poder competir. Es fundamental fomentar la creatividad desde pequeños, pero muchos políticos tienen muy poca talla en ese nivel. Es un derecho constitucional el que se promueva el desarrollo de la gente en una democracia. Si la gente no está desarrollada los votos no valen igual. Hay que fomentar el espíritu crítico para que las personas sean libres porque si no se les puede manipular y eso es lo peor que le puede pasar a una democracia.
Usted habla del silencio autocensurado, del tiempo autocensurado... ¿No debemos quitarnos censuras de encima?
Sí, pero lamentablemente empecé con esto en la dictadura y luego en la transición vi que seguía igual y en estos años cada vez hay más autocensura. Ahora vas a una entrevista de trabajo y te autocensuras de montones de cosas que piensas, no lo dices. Por miedo y porque es un elemento de control. Por eso machaco, para ver si nos la quitamos. Eso no quiere decir que vayamos a la impertinencia, pero es muy importante ser críticos.
En un momento sociopolítico tan complicado como el actual, en el que prima la visión económica del mundo, ¿qué papel le corresponde al arte?
El arte siempre da la visión del mundo. Y es un error que la visión primera sea económica. La sociedad debe pensar dónde quiere ir, no cuánto cuesta. Y dentro de esto los artistas, los escritores, tienen un gran papel, pero si el objetivo es económico no caben ahí. Su riqueza no es económica ni monetaria aunque al final acaban siendo rentables porque si tienes buenos científicos, buenos escritores, buenos artistas pues eso genera beneficios. Pero la industria cultural se la están cargando.
¿Cree que el arte actual conecta con el público?
El problema es que no tenemos educación artística. Me preocupa no sólo que la gente entienda el trabajo sino que lo disfrute. Pero para eso hay que dar una serie de herramientas, la primera educación y luego presupuesto para que haya mediadores que hagan que la gente tenga referencias para entender ese trabajo. Además en España no hay un prestigio para la creación. El artista es alguien que hace cosas raras, no se trata de ponernos en un altar, pero vamos al médico y creemos en todo lo que nos dicen pero no se cree igual en el arte.
¿Menos museos y más arte normalizado en la vida cotidiana?
Menos museos no, porque son las bibliotecas públicas del arte. Pero creo que se debería extender a otros espacios. ¿Por qué no una exposición en un centro de salud o en la calle? Pero cosas efímeras porque si no, se crea una polución visual que es horrible, sin saber por qué se pone, cuánto cuesta y la motivación.
