«Existen momentos súbitos que exudan conflictos». Así comienza el artista Fernando Sinaga (Zaragoza, 1951) la presentación de la exposición La vida dañada, que inaugura mañana, a las 20 horas, en la galería Aural de Alicante. Una muestra que reúne obra realizada entre 2011 y 2016, un periodo en el que «las cosas a nivel social pasan por un momento histórico decisivo porque se han producido muchos cambios en la manera de vivir y relacionarnos, y en el sistema financiero, por las formas de trabajo y de productividad».

Para el escultor y catedrático de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, Premio Villa de Madrid y Premio Aragón Goya 2010, «en los cuatro últimos años se ha producido una aceleración en el proceso de cambio que de alguna forma ha llevado a un desbordamiento y no sabemos ni dónde estamos ni a dónde vamos; es una situación social sin forma; la globalización está demostrando que su actividad máxima se produce ahora y está activando situaciones decisivas».

A ese proceso es a lo que Sinaga, que se declara gran admirador de Eusebio Sempere, se refiere con el título de la exposición. «Cada uno tiene un sentimiento de la vida y hay gente que se siente estupendo con los móviles y esa estúpida idea de progreso que nos han vendido, pero a mí me parece que el progreso está en crisis, y se ha visto con el "Brexit", que se concibe como idea de progreso; eso se percibe también en España donde hay sectores que creen en esa línea de progreso y otro que no, que son los antisistema».

Por eso, «esta es una exposición inquieta, de emociones» afirma este artista que sabe que sus piezas «no son descriptivas desde el punto de vista narrativo o figurativo; soy un artista muy diverso, ni tento estilo ni una técnica ni un soposrte. Soy un artista que se expande, utilizo muchos recursos y el resultado de una exposición depende del espacio en el que se realiza».