Persiste el mejor ambiente en la plaza, algo que no deja de sorprender por muy esperado que sea, resultando especialmente visibles el tenista Juan Carlos Ferrero, al que brindó su segundo Ponce; el escritor Fernando Sánchez Dragó; Cayetano Martínez de Irujo; el genial fotógrafo VCrown; el anterior diputado valenciano de asuntos taurinos Isidro Prieto; el empresario de la Maestranza, Ramón Valencia, y el equipo de Canal Plus Toros, que iba de estreno. También el maestro de la crónica taurina Miguel Lizón, ocupando su habitual localidad aunque ya sin tomar notas.
La primera remesa enviada por el ganadero Daniel Ruiz fue descartada casi en su totalidad en el primer reconocimiento veterinario y finalmente aprobados cinco toros en el segundo, con el refuerzo de uno de la Palmosilla. En los corrales, los comentarios eran de duda entre los aficionados que se toman los toros en serio, lo que demuestra que las cosas no son como empiezan sino como acaban.
Un buen toro es el ingrediente principal que necesita la Tauromaquia para convertirse en fiesta. Un toro como Limonero cuando se encuentra con un torero como López Simón. Y al comienzo se comentaba en los tendidos la magnitud de la presencia policial durante esta feria, no comparable con la existente en ciclos anteriores. La seguridad en los toros viene regulada por la Ley de Espectáculos, que poco tiene que ver con la Ley del Deporte -ninguna comparación con los partidos de fútbol- ni se ve afectada por el nivel cuatro de alerta por amenaza terrorista, según fuentes de la Policía. Pero el riesgo de invasiones al ruedo antitaurinas a toro arrastrado, junto con los conatos de reventa por el efecto José Tomás, pueden ser la explicación. De hecho, algunas personas fueron identificadas a las puertas de la plaza y propuestos para una sanción administrativa.
Quien haya pasado por las taquillas habrá podido comprobar cómo desde antes del sorteo ya había un numeroso grupo de personas comenzando a organizar la cola para el cinco por ciento de las entradas que salen legalmente a la venta para ver a José Tomás.
