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Una bailarina alicantina en la cumbre del ballet

La alicantina Valerie Gómez se estrena como solista en el Teatro del Hermitage de San Petersburgo

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Una alicantina, en la cumbre del ballet

¿Qué estaríamos dispuestos a entregar por cumplir nuestros sueños? Algo así debió pensar la bailarina alicantina Valerie Gómez cuando pisó por primera vez el Teatro del Hermitage de San Petersburgo, uno de los escenarios más importantes del mundo, cuando se estrenó esta pasada semana como solista. Un sueño al alcance de muy pocos después de un largo tiempo de paciencia y trabajo, mucho trabajo. Porque todo tiene su origen y cabe remontarse a él para comprender esta meteórica carrera.

Valerie Gómez fue, hace un año, la primera española seleccionada en la Academia Vaganova, cantera del popular Teatro Mariinsky o Mijáilovski, que además nutre a las compañías más importantes del mundo como la Royat Ballet de Londres o el American Ballet Theatre. Un progreso y avance clave en su carrera que superó después de unas durísimas pruebas con miles de ensayos y horas invertidas en ejercicios imposibles, pasos complejos y jornadas eternas.

Para entonces, Gómez de Cádiz ya era una experta bailarina que se había calzado las primeras zapatillas de punta en la Escuela Sofía Sancho cuando no era más que una niña. A los 13, ingresó en el Conservatorio Profesional de Danza «José Espadero» de AlicanteConservatorio Profesional de Danza «José Espadero» de Alicante, motor y centro impulsor de su carrera; y, poco después, saltó al Real Conservatorio «Mariemma» de Madrid, que viene a ser como un centro de alto rendimiento para jóvenes talentos.

Por eso, decíamos, cuando comenzó a sonar la música de Chaikovski (con El lago de los cisnes) y Edouard-Marie Ernest Deldeve (Paquita) sobre el Teatro del Hermitage de San Petersburgo, la alicantina Valerie Gómez sintió

una verdadera emoción al alcanzar, a sus 18 años, la cumbre del ballet ante uno de los escenarios más prestigiosos del mundo. Y recordó las duras sesiones de atrás; las lesiones que duelen como pinchazos en el corazón; y el sufrimiento de vivir en un país que no es el tuyo, con toda tu familia y amigos lejos de ti. Sentimientos que se volatilizaron cuando se deslizaba como un cisne blanco sobre el Hermitage.

«Nada más pisar el escenario sentí una gran felicidad interior y tuve la sensación de sentirme inmensa. Todo el público estaba pendiente de mí en esos momentos, y yo aprovechaba cada segundo para disfrutar cada movimiento que hacía como un momento único e irrepetible. Me siento satisfecha por todo el trabajo, la paciencia y la constancia que he empleado durante este año, aunque ha sido duro estar viviendo sola y afrontando cada problema, lesión o tristeza que me ha invadido», señala la artista alicantina, quien recalca las dificultades de una disciplina como el ballet.

«Ha habido momentos en los que te preguntas si éste es tu camino, si debes seguir, si la gente que te enseña a alcanzar tus metas es la correcta, porque nadie te dice si vas por el camino correcto... Ahora bien, lo que creo que ha sido más duro es el idioma, o no poder expresarte tal como eres y sentirte limitada en el día a día y en las relaciones cotidianas», afirma Valerie Gómez, quien añade que: «Pero sé que he tenido mucha suerte por vivir en esta ciudad, por la gente que he conocido y las amistades que me llevo, aunque he de decir que con los rusos no es fácil y el idioma aún se me resiste.... Disfruto de las clases, de los profesores y del espíritu dedicado al baile que se vive en esta academia. Este curso ha sido de adaptación pero me planteo, tras esta actuación y los exámenes, comenzar el año que viene con mucha más fuerza, voluntad y trabajo. Soy consciente que mi mente es mucho más fuerte y constante. Quiero, y creo, que puedo llegar a lograr mi sueño como bailarina principal? pero para ello sé que tengo que trabajar todavía mucho, sin flaquear».

La única española

La Academia Vaganova, una de las más sobresalientes escuelas de danza y ballet del mundo, cuenta con unos 40 extranjeros, siendo la única española Valerie Gómez. Un éxito al que hay que sumar este paso en el Hermitage en el que también fue seleccionada entre todos los alumnos de la conocida escuela.

«Es un salto muy importante, una oportunidad? Allí el mundo es muy duro, y sacar la cabeza, aunque sea un poco, es muy complicado. Cuesta mucho salir del anonimato, porque hay gente muy buena y preparada. Estar con los más grandes profesores, con los mejores profesionales... y es allí donde se puede obtener plaza para posibles y futuros repertorios», explica Valerie Maciá, madre de Valerie Gómez, y directora del Centro Profesional de Danza «José Espadero» de Alicante, apuntando además que no es fácil hacerse un hueco en este tipo de escenarios porque los rusos defienden mucho a sus propios bailarines.

«Yo estoy especialmente orgullosa por la capacidad que he visto de ir superándose, de sortear las dificultades, la adaptación a los compañeros y al país? se fue con 16 años, ha trabajado duro, y bailar allí es todo un privilegio. Claro que ha tenido bajones, claro que ha sufrido por los estudios, porque llega muy fatigada a casa después de duras jornadas de entrenamiento? Pero ella es feliz, y sabe de la oportunidad que tiene ahora», remarca.

En este mismo sentido, el Teatro Principal de Alicante acoge una gala de ballet ruso con los mejores artistas del mundo los días 23 y 24 de julio. Estarán las grandes estrellas de ballet del teatro Mikhailovsky de San Petersburgo, nombrado «Mejor Teatro de ballet del mundo» por el prestigioso premio National Dance Awards (UK), junto a una pareja de solistas del teatro Mariinsky. Como cada año las representaciones serán benéficas.

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