Parece que no basta con que sea buena, bonita y barata. Ciudad de la Luz solo ha conseguido un pretendiente después de que el lunes finalizara el plazo para la presentación de ofertas a la que ha sido la segunda intentona de subastar el complejo cinematográfico alicantino. Solo un candidato aspira a adquirir los estudios, pese a que la Generalitat se ha encargado de «vender» las virtudes de unos platós que han recibido las mejores críticas del mundo del cine que ha tenido ocasión de rodar en su interior. Sin embargo, esa fama merecida se ha visto enturbiada con la multa estipulada por la Comisión Europea por las ayudas concedidas, a su entender de forma indebida, por la Generalitat a la construcción y desarrollo de los estudios, y que obligan a devolver 265 millones a las arcas públicas.
Este galimatías, lejos de resolverse, sigue su curso. Será el próximo lunes cuando el Consejo de Administración de Ciudad de la Luz, presidido por la alicantina Pilar Pérez Solano, se reúna en Valencia para abrir el primero de los sobres de la oferta que Cinespace Ñ ha presentado. En esa primera documentación debe aparecer el plan de negocio para el complejo, la composición e integrantes del grupo -expertos en su mayoría norteamericanos en cine y tecnología- que presenta la propuesta y también la muestra de que, tal como aparece en el pliego de condiciones, se pueda pagar el 10 por ciento del total por el que sale a la venta (97 millones de euros) en concepto de fianza.
La apertura de esta plica se realizará ante notario y el Consejo tendrá que estudiar todos los aspectos de la oferta para comprobar que se respetan las bases y que se trata de un proyecto serio y factible para Ciudad de la Luz.
Si este órgano da luz verde a la propuesta, unos días después se abrirá el segundo sobre, que es en el que aparece la oferta económica. Y aquí habría otro escollo que superar. Si en el primer pliego de condiciones se establecía que en segunda subasta el precio mínimo de venta sería de 20 millones de euros, después de que el nuevo equipo de gobierno autonómico tomara posesión procedió a paralizar el proceso y negociar con Bruselas un nuevo pliego de condiciones. La respuesta de la Comisión Europea fue positiva y se consiguió que ese mínimo fuera de 50 millones. Una oferta menor de esa cantidad, sin embargo, no dejaría a Cinespace Ñ fuera del concurso.
Y es que en el pliego se especifica que una cifra menor «podrá considerarse antieconómica», pero no quiere decir que se excluya si el Consejo de Administración considera interesante el plan de negocio y si se considera seria y factible
Subasta desierta
En caso de que se rechazase la oferta, la subasta quedaría desierta, como ya pasó el pasado mes de julio al descartarse la única propuesta presentada por no cumplir los requisitos. Eso conduciría al complejo a una nueva situación de incertidumbre, ya que Europa no contempla una tercera subasta. El proceso pasaría por dos vías posibles.
La primera supondría proceder a la liquidación del complejo para proceder a pagar a los deudores. Eso implicaría trocear el complejo y venderlo a cachos al mejor postor. Cuando se procede a la liquidación de una sociedad hay que vender sus activos pero sin condiciones de ningún tipo. El mejor ejemplo está en lo que ocurrió en la venta del aeropuerto de Ciudad Real, que quiso adquirir un grupo chino por 10.000 euros.
Lo que ocurre, y ahí está la incongruencia, es que el mayor acreedor de Ciudad de la Luz es la propia Generalitat, que es a quien tiene que devolver 265 millones. Esa situación de liquidación límite es la que el Consell quiere evitar a toda costa.
La segunda vía sería retomar las negociaciones con la Comisión Europea y empezar un nuevo proceso para conseguir una salida digna para Ciudad de la Luz. Ello abriría un nuevo camino para realizar una nueva subasta con condiciones o que Europa abra la mano y permita a la Generalitat buscar compradores y otras salidas que puedan salvar al complejo.
