Recibió el Premio Bitácora al mejor blog de salud e investigación científica en diciembre y ya tenía en el horno este libro.

Sí, salió el 1 de marzo y en una semana se ha agotado la primera edición. Está en marcha la segunda, así que estoy contentísima.

Todo empezó con su blog, Lucía, mi pediatra, cuyo éxito le desbordó, después el premio, ahora el libro. Todo rápido...

Pues sí, el blog funcionaba muy bien y las redes sociales también. Tienen un arrastre mucho mayor de lo que yo nunca había podido imaginar. Ahora hemos superado todas las expectativas que podía tener en mis mejores sueños. Agotar la edición en una semana y bajar a Alicante y no ver mi libro todavía en ninguna librería ha sido increíble. Así que estoy feliz.

Tenía 2,5 millones de visitas el blog el pasado mes de diciembre. ¿Por dónde va ahora?

Pues lo miro ahora mismo porque no tengo tiempo (consulta el móvil). Desde que ha salido el libro no puedo escribir al mismo ritmo, ahora lo hago una vez a la semana, porque la promoción está siendo muy intensa en muy pocos días... Llevamos casi 4 millones de visitas... El viernes estuve en Madrid doce horas y por lo menos hicimos nueve o diez entrevistas. Yo iba tan tranquila y fue un día estupendo pero muy intenso. Fue una experiencia nueva para mí. Estoy como una niña con zapatos nuevos, pero vamos con unos zapatos de los bonitos.

Las redes son su fuerte.

Sí, ahora lo que sí estoy nutriendo mucho es el Facebok porque comparto desde vídeos que he visto o canciones que han significado algo para mí hasta frases inspiradoras, fotografías... voy compartiendo mi día a día con mis seguidores.

¿Qué va a encontrar la gente que le sigue en este libro?

Es un recorrido emocional por la vida de nuestros hijos y por la nuestra, desde que estamos en el paritorio dando a luz hasta la desconcertante pero intensa etapa de la adolescencia. Hablo fundamentalmente de emociones, las emociones por las que pasan los niños, el padre, la madre, cómo evoluciona la pareja y cómo se afrontan las dificultades que vamos teniendo en la crianza. Hay muchas anécdotas divertidas, para reírte a carcajadas, historias tristes pero que han supuesto un punto de inflexión en mi vida profesional y personal. Es una mezcla de mi profesión y mi maternidad, lleno de sentimientos a flor de piel. Es un libro para sentir.

Dice que su blog llega porque escribe como pediatra y como madre, y así se pone a la misma altura que sus lectores. ¿Hace lo mismo en este libro?

Sí y espero que suponga un soplo de aire fresco en la crianza, un oasis en la mitad de ese desierto en el que a veces nos vemos, en el que sentimos que nos juzgan, en el que no tenemos todas las respuestas. Es un «tranquila» que este proceso es largo, que se trata de hacer las cosas bien pero con tranquilidad. Un mensaje de calma para que nos relajemos y no seamos tan exigentes con nosotros y tampoco con nuestros propios hijos. De que educar no es tan difícil, que tenemos que escuchar nuestro instinto como padres y dejarnos llevar.

Soluciones mágicas no hay...

Fórmulas mágicas no hay ni en el libro ni en la vida. No hay trajes de talla única, cada familia es de una manera, cada niño tiene unas circunstancias personales, los modelos familiares que hay ahora son muy diversos. Hace años estaba papá, mamá y los niños, no existía el divorcio, y ahora tenemos modelos muy diferentes. No se pueden dar fórmulas mágicas. Hay que adaptarse a cada circunstancia, pero hay muchos recursos con los que te puedes ayudar para salir a flote en momentos en los que te ves naufragar.

En su libro hace una pregunta a los lectores: ¿Qué te gustaría que recordaran tus hijos de ti y de su infancia cuando sean mayores? Deme su respuesta.

A mí me gustaría que recordasen a su madre como una mujer optimista, alegre, luchadora y libre, porque así es como me gustaría que ellos fueran.

La gente se preguntará si usted, pediatra, con su experiencia, con un camino más andado que una madre normal, se enfrenta también a los mismos conflictos.

Exactamente igual y a veces con más presión porque como tienes los conocimientos y la hoja ruta muy clara pues en cuanto te desvías saltan todos los pilotos. Los problemas son los mismos a los que me enfrento yo en casa. Las alegrías que les dan son las mismas y las penas son compartida. El dolor y el sufrimiento por el que puede pasar una madre es un sentimiento universal.

¿Prepara ya nuevo libro?

Mi cabeza no para... pero ahora estoy centrada en la promoción. Estaré en la feria de Sant Jordi, en la feria del libro de Madrid y luego en Oviedo. Pasado el verano afrontaremos nuevos retos.