La donación de órganos es el eje principal del documental «La intérprete», en el que tiene un papel destacado el equipo de coordinación de trasplantes del Hospital General de Alicante.

¿De qué trata el documental «La intérprete»?

La idea surgió a raíz de conocer el trabajo de Silvia Mira, una enfermera del Hospital General de Alicante. Como habla cinco idiomas empezó a colaborar con la Oficina de Coordinación de Trasplantes. Cuando un extranjero sufre un incidente de salud que le lleva al hospital, a veces con un desenlace fatal, ella habla con la familia, le explica qué ha ocurrido y de la posibilidad de donar sus órganos. Me pareció un trabajo impresionante y surgió la idea de contar el mundo de la donación a través de Silvia y de su trabajo. Muchas veces sólo se habla de los médicos, de las «manos de Dios», y se olvida que para llevar ese órgano al quirófano han trabajado antes un montón de profesionales de manera anónima y menos reconocida.

El documental también habla de la repercusión que la crisis ha tenido en las donaciones, ¿cómo les ha afectado?

Pues no sólo no le ha afectado, sino que el sistema ha salido fortalecido. Ha sufrido ciertos recortes, pero las cifras durante lo más duro de la crisis han subido, lo cual es un signo de la solidaridad de la gente.

¿Qué podía haber sucedido?

En un momento de falta de empleo, recortes salariales, la sociedad ha seguido siendo solidaria, algo que a lo mejor no hubiera sido así. Además, ha habido intentos de privatizar la sanidad pública cuando esta sanidad es la que está en la base del sistema de donación de órganos. Es la prueba del 9 de que la sanidad pública es sostenible y eficiente. Es el triunfo de lo colectivo que hay que preservar.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido del mundo de la donación de órganos?

Al principio pensábamos que iba a ser duro, porque hablar de la muerte es duro, pero al final se habla de la vida. Y es que un donante sano proporciona 55 años de vida. Me ha sorprendido la cantidad de historias personales que hay detrás de la donación de órganos, la humanidad que hay detrás de los coordinadores y su profesionalidad. También me ha sorprendido conocer el sistema de donación, la Organización Nacional de Trasplantes y ver el trabajo tan espectacular que están haciendo y que a veces no se reconoce.

¿No le llama la atención que seamos tan solidarios para la donación de órganos y tan poco para dar sangre o médula?

Sí sorprende, pero no sé a qué se debe. Precisamente uno de los objetivos de la ONT es mejorar la donación de médula y sangre.