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El gran secreto de «Star Wars»

«Nos escribieron de Lucasfilm y nos dijeron que íbamos muy bien encaminados», apunta Gelardo

El gran secreto de «Star Wars»

«De lo que estamos seguros es de que no lleva un hámster dentro». No está de más que, a la hora de buscar la verdad, se comience por descartar las teorías más disparatadas. Muchas de las que afloraron tras el último fenómeno cinematográfico (por acotar el terreno, quizás injustamente) abordan el funcionamiento del que se ha convertido en nuevo icono galáctico: la mascota robotizada BB-8, una de esas criaturas destinadas a Juguete Más Vendido de las Navidades con las cuales el propio George Lucas auguraba que se haría más rico que Coppola sin la necesidad de rodar El Padrino.

Entre los aficionados que tratan de indagar en las tripas del sucesor de R2-D2 están Carlos Sánchez y Emilio Gelardo, dos españoles alicantino afincado en Valencia este último que lanzaron hace unos meses una web dedicada exclusivamente al bicho bola mecánico. Bajo el explícito Howbb8works (Cómo funciona BB-8) publicaron su investigación en la red y, hasta la fecha, llevan contabilizadas casi medio millón de visitas, la mayoría de curiosos estadounidenses de la saga. Esta misma semana han lanzado la versión en castellano, avalados en su empeño por la mismísima voz de Lucasfilm. «Nos escribieron un e-mail en el que nos decían que íbamos muy bien encaminados», relata Gelardo, un modelador 3D de 47 años fascinado por la saga desde que vio la primera película y que ha recuperado el entusiasmo en la séptima entrega, tras una segunda trilogía que considera decepcionante.

«Cuando desvelaron que BB-8 no iba a estar diseñado por efectos especiales me quedé impresionado», comenta uno de los instigadores de la página que, atraído por el invento real del equipo de Abrams se lanzó a explorar su interior. Sus dibujos tridimensionales fueron descubiertos en la web por Sánchez, fan de la saga algo más joven y diseñador de páginas web. Así se constituyó este equipo freelance, cuyo único objetivo era satisfacer su curiosidad. «Carlos se ocupó de crear la página e investigar los orígenes del robot», cuenta Gelardo. El desmontaje virtual del robot corrió a cargo del alicantino.

Pero cómo rayos funciona

«Nos movemos en un campo especulativo», advierte el modelador, dado que Disney guarda bajo llave el mecanismo definitivo. Sin embargo, en la investigación, Sánchez comprobó que había una relación entre la compañía cinematográfica y Sphero, una empresa que desarrolló los juguetes esféricos robotizados y que comercializa el juguete teledirigido de BB-8 (150 $) en cuya patente se muestra un giroscopio, dos ruedas y un mástil. Quedaba sin resolver, llegados a ese punto, cómo se mantiene la cabeza mientras el resto del cuerpo rueda alocadamente. «Con imanes», apunta Gelardo, quien reformuló dos veces sus diseños (disponibles ambos en la web), añadiendo ruedas omnidireccionales y superficies en taburete, repensando el mástil que sujeta la cabeza y tratando de integrar en su hipótesis las diferentes vertientes publicadas en internet.

El correo electrónico que les llegó sin previo aviso desde Lucasfilm les matizaba que, pese al parentesco con el juguete de Sphero, el dron manejado a control remoto en la película era mucho más sofisticado. «Obviamente no nos revelaron el secreto», bromea Gelardo, pero sí les felicitaron por el intento y eso «vale por un diploma», asevera el tenaz aficionado. Tampoco extraerán beneficio económico del experimento, aunque sí reconoce que les servirá para promocionar su trabajo.

Resueltas (hasta donde se puede) las incógnitas sobre el carismático droide, queda una, acaso la más sentimental:

¿BB-8 o R2-D2?

¡Es complicado! exclama Gelardo a R2 lo tengo en mi habitación desde los 9 años, pero saber que BB-8 es real y no un efecto y haber trabajado tanto en él...

No, para esta pregunta no hay respuesta.

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