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Enrique Jordá vuelve al concurso de escultura de hielo de los Alpes

El artista alicantino participa en este premio, que se falla hoy, con una pieza de 2 metros de altura

Enrique Jordá vuelve al concurso de escultura de hielo de los Alpes

Si realizar una escultura que simbolice la banalidad de las cosas materiales y su carácter efímero ya es complicado de por sí, tallarla en hielo le añade un plus de dificultad. Y eso es lo que está haciendo el artista alicantino Enrique Jordá, que ha sido seleccionado de nuevo -ya van ocho ocasiones- en el XXV Concurso de Esculturas de Hielo de Valloire, en los Alpes franceses.

Fue el pasado lunes cuando se puso manos a la obra y empezó a trabajar con cinco bloques de hielo de 50 x 100 x 25, y un metro cúbico de nieve que sirve como base. A partir de ahí, y a una temperatura de entre -3 y -8 grados, ha ido perfilando su obra, No hay mal que 100 años dure, que representa una abeja en su panal.

Jordá asegura que basándose en el refrán hace referencia «a la banalidad de las cosas materiales o temporales, a la inmediatez a la que la sociedad de consumo nos tiene acostumbrados. Sin descuidar las realidades maeriales creo que plantearnos la eternidad nos ayuda a ver las cosas buenas o malas desde otra perspectiva».

Una veintena de escultores de diferentes países participan en este concurso, en el que la capacidad escultórica tiene que medirse con cuestiones como «saber sortear el sol directo y las posibles inclemencias meteorológicas, protegiendo la obra de forma adecuada y empleando las horas de frío seco para pegar piezas. Es todo un oficio», afirma el alicantino que hoy sabrá si ha ganado algún premio.

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