El próximo 10 de febrero se cumplen 150 años del nacimiento del alicantino Rafael Altamira (1866-1951), reconocido historiador, pedagogo, jurista, escritor y crítico literario, fundamental en el desarrollo de la Extensión Universitaria, nominado al Nobel de la Paz en dos ocasiones y miembro del Tribunal Superior de Justicia de la Haya.

Esta conmemoración se celebrará en Alicante y El Campello -localidad de la que es Hijo Adoptivo- con un programa de actividades propuestas por la familia del intelectual, entre abril y junio, aunque será el 10 de febrero cuando se presenten públicamente en un acto oficial al que asistirán representantes de las instituciones que respaldan estas iniciativas.

Precisamente ayer tuvo lugar una reunión en Alicante para cerrar las actividades, a la que asistió Ignacio Altamira, biznieto del alicantino, además de representanes de los dos ayuntamientos, la Universidad de Alicante y el IES Jorge Juan, centro que posee una exposición de paneles sobre el historiador que se verá en la Sede Ciudad de la UA a partir del 14 de abril. Esta muestra incluirá además dos diplomas de José Altamira Moreno, padre del homenajeado que fue alcalde accidental de Alicante durante unos meses y muy amigo de Ruperto Chapí, y un retrato del propio Rafael Altamira.

La programación incluye también un concierto, organizado por la Diputación, con la interpretación de una obra para trío -violín, violonchelo y piano- que firmó precisamente Chapí dedicada al jurista alicantino.

También se va a presentar la reedición del libro de Altamira Giner de los Ríos, educador y se está buscando financiación para realizar un busto del historiador. Además, el 10 de febrero, está previsto que su nieta, Pilar Altamira, presente su libro El entorno de Rafael Altamira, editado por la UA, y que se cambie la placa ubicada en su casa natal, en la calle Cienfuegos, en la que su segundo apellido, Crevea, aparece escrito por error como Gravea.